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Programa en busca detener la deforestación en la selva del Amazonas.
A tres años de que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la multinacional de alimentos suiza Nestlé lanzaran un programa piloto en Caquetá para impulsar la ganadería sostenible y detener la deforestación de la selva amazónica por cuenta de la ganadería extensiva, el proyecto ya dio sus primeros resultados.
Se trata de un plan de reconversión ganadera a sistema silvopastoril que tiene como objetivo aumentar los niveles de productividad de la leche sin expandir el área geográfica y promoviendo usos de la tierra más amigables, no solo con los suelos sino también con los bosques y las fuentes hídricas.
A la fecha, hacen parte del programa 100 ganaderos y desde que se creó se han convertido 3.000 hectáreas a sistema silvopastoril, un modelo de ganadería sostenible en el que los pastos, rastreras, hierbas, árboles y arbustos se mezclan con los animales, de tal forma que, en lugar de pastizales extensos y a pleno sol, se siembran árboles, protegen fuentes hídricas y habilitan corredores para aves, insectos y mamíferos.
“Este proyecto atiende dos problemáticas históricas de la ganadería en Caquetá: por un lado, detiene el impacto negativo sobre el medio ambiente que causa la ganadería extensiva; y por otro, contrarresta restricciones sociales que alejan a los campesinos de sus fincas, como la falta de servicios públicos, infraestructura, relevo generacional u oportunidad de hacer empresa ganadera”, dijo Óscar Recio, vocero de Nestlé.
La compañía agregó que, tanto el BID como Nestlé han invertido cerca de US$2 millones en el departamento y que los 100 ganaderos que hacen parte del programa han aumentado hasta 30% su producción. A esas cifras se suman 130.000 árboles sembrados y 824 fuentes de agua protegidas.
Nestlé indicó que en el país al menos 810.000 familias viven de la ganadería, siendo esta una actividad que representa más de la mitad de la producción pecuaria del país, pero que también utiliza casi el doble de hectáreas aptas para ella.