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La herramienta que escogió la entidad para emprender una carrera contra la desigualdad de género, la violencia y el maltrato fue el deporte más popular del planeta: el fútbol. Esta actividad se convirtió en pieza fundamental de la estrategia de responsabilidad social empresarial de CEMEX, la cual celebra que ahora tiene nueve escuelas deportivas en el país con las que se benefician 1.300 niños.
El último centro deportivo, en el que además de fútbol se practican disciplinas como el baloncesto, el kickball y la danza, se inauguró en febrero en el municipio de Clemencia, en el departamento de Bolívar. La realización del proyecto se logró gracias a un convenio con la fundación Fútbol con Corazón, en donde 160 niños y niñas de entre 5 y 16 años disfrutan de un espacio en el que ejercitan el cuerpo y sobre todo aprenden valores como la honestidad, el respeto, la igualdad y la tolerancia.
Para Mariana Jaramillo Thomas, gerente de desarrollo sostenible de CEMEX, las ventajas de usar el deporte como herramienta responsable con la sociedad se consolidan en que se puede “brindar a la comunidad oportunidades de aprovechamiento del tiempo libre, sumado a la formación de los niños en valores como el trabajo en equipo y la solidaridad lo que a su vez se convierte en una estrategia para el mejoramiento del nivel académico de los participantes”.
La educación que se brinda en los centros deportivos se divide en dos entrenamientos: el de campo, donde básicamente se aprenden las reglas del juego y sus fundamentos; y el del aula, el cual se valen de talleres con los que se enseña a los niños a reconocer al prójimo como un igual y se fortalecen los valores.
“Nuestra metodología es la de incentivar una buena vida. Regida por principios, por el conocimiento de la inclusión social y de la igualdad. Por eso es que aplicamos esta educación en el campo deportivo, porque seguro estos niños, que han sufrido distintas dificultades en sus hogares o han sido maltratados en alguna ocasión, lo promoverán en sus alrededores”, afirma Boris Salas, entrenador deportivo de la escuela en Clemencia Bolívar.
Así mismo, Salas asegura que la importancia de que CEMEX respalde este proyecto tiene que ver con continuar aportando capacidades de crecimiento a la sociedad del municipio de Clemencia en donde la empresa tiene operaciones.
La apuesta de CEMEX por incentivar el crecimiento social en lugares donde la compañía adelanta trabajos no solo está en el departamento de Bolívar, sino en otros sitios como Cartagena, Bucaramanga, Norte de Santander, Cundinamarca, Tolima, Cali y Antioquia. En estas zonas el fútbol, y el deporte en general, son una “herramienta de transformación social y pedagógica”, como afirma Samuel Azout, presidente y fundador de Fútbol con Corazón.
Jaramillo concluye con que CEMEX continuará con la ‘camiseta puesta’ y seguirá cultivando pequeñas promesas del deporte y construyendo sociedad de la mano de alianzas con fundaciones que se aventuren a crear programas comunitarios, tal y como pasó en 2013 cuando se realizaron 36 alianzas con las que se logró apalancar 23% de los recursos que fueron invertidos en el futuro de la sociedad del país.