De acuerdo con datos del Banco Mundial se prevé un aumento de 500% en la demanda de minerales para 2050, esto implicará que la actividad minera se mantendrá, pero ahora deberá estar impulsada y apalancada por la transición hacia energías renovables y el almacenamiento de energía.
“En general, Colombia se encuentra en una etapa inicial de desarrollo de la minería circular. Lo positivo es que observamos un interés creciente en la sostenibilidad y aunque queda mucho por hacer para implementar este tipo de la minería a escala industrial, ya hay iniciativas públicas y privadas para avanzar en esta dirección que incentiven más el uso de energías limpias con un correcto desarrollo”, explicó Camila Svec, cofundadora y COO de Cleanlight.
Y es que la transición no tiene retorno, de hecho, Global Energy Monitor estima que para 2030, América Latina podría aumentar en un 460% la producción de energía renovable si todos los proyectos a gran escala previstos se concretan según sus plazos establecidos.
Por esto, se sugiere un modelo de minería circular con menos residuos y que permita maximizar la recuperación de recursos. Las compañías pueden adoptar prácticas responsables que minimicen el impacto ambiental, fomenten el reciclaje y la reutilización de minerales, optimicen la eficiencia, cumplan con regulaciones, involucren a las comunidades locales, inviertan en investigación y desarrollo, y mantengan transparencia y rendición de cuentas.