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Ahorradores de agua en los baños, terrazas para recoger aguas lluvias y lugares para seleccionar materiales reciclables, son algunas acciones de las instituciones
Los grandes proyectos de cuidado ambiental pueden llegar a ser tendencia en las diferentes entidades del país, pero las pequeñas acciones también generan un diferencial para el cuidado del planeta.
Las universidades con la gran cantidad de población que abarcan diariamente han implementado formas de contribución al medio ambiente que implican cuidado del agua, ahorro de energía, contribución a la siembra de árboles e, incluso, proyectos de investigación que se centran en el ambiente.
Instituciones educativas como la Universidad El Bosque, Universidad La Gran Colombia, La Sabana, Pontificia Universidad Javeriana y Los Andes, son algunas de las instituciones que han implementado este tipo de acciones en sus campus.
Jaime Alberto Romero, director de la Unidad de Gestión Ambiental de la Universidad El Bosque, explicó que para enfrentar las consecuencias del cambio climático y contaminación cualquier acción cuenta.
Es por eso que en la institución “a través del desarrollo e implementación de las diferentes estrategias anteriormente descritas han logrado evitar la llegada de aproximadamente 25 toneladas de residuos aprovechables al relleno sanitario de Doña Juana”.
Pero el aporte no solo lo tienen en el aspecto de residuos, sino que también han creado todo un proceso de aumento del desempeño universitario por medio del ambiente. Así, los baños de los campus universitarios cuentan con terrazas verdes en las que se recogen las aguas lluvias para posteriormente destinarlas para su uso en los baños. Esta acción ha permitido que entre 2015 y 2018 el consumo de agua se reduzca en hasta 10%.
La correcta disposición de los residuos también es una de las acciones que la universidad transfiere a sus miembros estudiantiles, pues cuenta con ecopuntos con sus respectivas clasificaciones. Pero además, ofrece el instrumento Ecobot, que consiste en una máquina que recibe botellas de plástico, vidrio y latas, a cambio de bonos en ropa, entretenimiento y comida.
La siembra de árboles es otra de las estrategias universitarias y, como agregó Romero, “junto con estrategias como el uso de la bicicleta, el carro compartido, el uso de energías alternativas, y el adecuado manejo de los residuos especiales que se generan en el hogar, fomentan el cambio en hábitos y estilos de vida de nuestra comunidad universitaria, las comunidades de los barrios vecinos y aledaña a nivel distrital y departamental”.
En este aspecto, la Universidad de La Sabana también es reconocida. Dentro de sus instalaciones en el campus ubicado en Chía, promueven la siembra de árboles y la reforestación de jarillones, pero adicional a ello cuenta con el programa de investigación ‘Gema’ (grupo en Energía, Materiales y Ambiente) por medio del cual hacen investigaciones para el aprovechamiento de residuos de la naturaleza.
La Universidad La Gran Colombia, por otra parte, creó un domo sostenible con el cual, además de promover el cultivo de diferentes tipos de plantas y su uso, sirve como educativo para los niños en zonas aledañas al campus.
Dora Cecilia Gómez, líder ejecutiva de responsabilidad social Universidad La Gran Colombia, afirmó que este tipo de acciones van con el eslogan de la universidad que es “experiencia de vida”, y “que se cree una cultura frente a la preservación del capital natural, pero que no sea detrimento del desarrollo, sino que genere un aumento de la productividad de la universidad y también el mundo”.
“A través del desarrollo e implementación de diferentes estrategias, la universidad ha logrado evitar la llegada de 25 toneladas de residuos a Doña Juana”.
“Todas estas acciones se han basado en una medición que está sustentada en varias metodologías que están diseñadas para la universidad”.
Así, otras de las acciones de esta institución es la implementación de terrazas verdes, el uso de páneles solares, reducción del uso de papel, pero también la implementación de compras sostenibles.
Pero las acciones también se convierten en enseñanzas, ya que en varias clases, que se pueden tomar voluntariamente, se da cátedra verde que consiste en enseñar sobre la disposición de los residuos peligrosos y no peligrosos en los respectivos laboratorios.
Al respecto, Gómez agregó que “todas estas acciones se han basado en una medición que está sustentada en metodologías que están diseñadas para la universidad. La reducción de consumo de papel, por ejemplo, es con la eliminación de procesos que ahora son virtuales, y en el aspecto de compras sostenibles, lo que hacemos es calificar a los proveedores para que cumplan las prácticas acordes a nuestra línea”.
Las universidades de Los Andes y Javeriana no se quedan atrás al momento de tener su aporte especial al cuidado del medio ambiente. Los Andes, por ejemplo, desde que inició su expansión de infraestructura implementó soluciones para el cuidado ambiental, y es por eso que sus edificios también cuentan con terrazas verdes y ajustes en la iluminación para usar luz natural.
No obstante, también ha implementado soluciones para ayudar al cuidado ambiental con las formas de transporte, y esto se evidencia en los parqueaderos preferenciales para biciusuarios, y un programa especial para promover el carpooling, o el compartir carro cuando solo va un pasajero.
