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Al año se producen 12 millones de toneladas de basura al año. La tasa de reciclaje del país llega a un total de 17%.
La costumbre del reciclaje cada vez más es una realidad en el país. La alta contaminación que se vive en las ciudades principales y el deterioro del medio ambiente en algunos centros rurales ha obligado a que decenas de personas incorporen un plan en casa, que no solo se base en la distinción y clasificación de la basura, sino que además ayude a reducir las 12 millones de toneladas de desperdicios que se producen al año, según el Ministerio de Ambiente.
La urgencia que hoy surge en materia de reciclaje se da debido a que, según el más reciente reporte de la cartera, la tasa de reciclaje tan solo se ubica en 17%, muy por debajo de países como Austria, que tiene un índice de 63% o Alemania, que llega a un total de 62%.
“Se han creado incentivos como el descuento por el manejo de los desechos en algunos de los servicios públicos, políticas públicas que comienzan a promover el cambio de prácticas en las empresas y en los hogares. El reciclaje se ha convertido en una práctica cotidiana en los hogares colombianos por la creciente percepción de los problemas ambientales que vive el país”, explicó Gustavo Yepes, director de gestión responsabilidad social de la Universidad Externado.
El llamado de las autoridades, entidades y Gobierno a tener un mayor control medio ambiental, se da, igualmente, luego de que el Departamento Nacional de Planeación reveló que al cierre de 2018 se necesitaron cerca de $3 billones para invertir en la disposición final adecuada de las basuras en Colombia. Una cifra que no es ajena a la realidad fiscal y que influye, de entrada, en los retos a los que se enfrenta este sector.
Carlos Manuel Herrera, vicepresidente de Desarrollo Sostenible de la Andi, explicó que, precisamente, todos estos retos se centran en la visión 30/30. “Esta es una apuesta del sector productivo para el aprovechamiento de empaques en Colombia. Debemos evitar que estos lleguen al medio ambiente y los contaminen”, explicó.
El directivo confirmó que con estas iniciativas, por ejemplo, el sector productivo ha generado una concientización a nivel no solo de administraciones locales, sino también gubernamentales. Por eso, confirmó que con este tipo de programas se ayuda, para que con una visión colectiva, se puedan aprovechar los residuos de manera que se les den nuevos usos.
“Se han creado incentivos como el descuento por el manejo de los desechos en algunos de los servicios públicos. Son políticas públicas que comienzan a promover el cambio de prácticas”.
Ante estos escenarios, es importante resaltar que el Ministerio de Ambiente y ONG como Greenpeace han hecho algunas recomendaciones. En ellas establecen iniciar un plan de reciclaje en casa, el cual permita aumentar el aprovechamiento de los materiales como papel, cartón, vidrio y plástico, pues “así se podrían reducir los altos niveles de contaminación en ciudades como Bogotá y Medellín”.
Antes de empezar con este tipo de planes, las ONG y los expertos también aconsejan que se implementen otras estrategias como la donación de ropa usada, la reutilización de agua lluvia, el cambio de las botellas retornables, el abandono de las bolsas plásticas y el buen uso de la energía.
A esto se suma que en los lugares laborales, por ejemplo, también se viene trabajando en una mayor concientización en cuanto a la disposición de desechos. La reutilización de hojas impresas blancas y el uso de productos reciclables como cartuchos de tinta hacen parte de las contribuciones.
Es por estos retos y desafíos, que LR presenta una guía básica sobre cómo iniciar un plan de reciclaje en casa, el cual no solo permita reaprovechar algunos residuos como el plástico y el cartón, sino que además brinde una mayor concientización social.
Bolsas para separar los residuos
Uno de los primeros pasos a la hora de iniciar un plan de reciclaje en casa es dividir los residuos aprovechables y los no aprovechables. De acuerdo con un informe de la Alcaldía Mayor de Bogotá, es necesario dividir la basura en bolsas dependiendo del material y sus posibles usos. Por ejemplo, en una bolsa blanca se depositan los residuos reciclables como el plástico, Tetra Pak o el papel de archivo, mientras que en una bolsa verde o roja se botan la comida, los pañales y el papel higiénico.
Clasificación de la basura por tipos
Luego de la separación de los residuos, las autoridades recomiendan conocer los tipos de basura. Por eso, la repartición general de este tipo de componentes debe ir dividida en cuatro: plásticos, latas y bricks; papel y cartón; vidrio; y restos de alimentos. No obstante, se debe tener cuidado con los electrodomésticos, los medicamentos vencidos o las pilas y baterías. Esto, debido a que podrían tener material contaminante perjudicial para la salud.
Aprovechamiento de los desperdicios
Antes de iniciar el plan de reciclaje y la clasificación de residuos, tenga en cuenta la recomendación de Greenpeace: determine si se puede crear una estrategia de aprovechamiento de desperdicios. Esto, debido a que materiales recuperados como el plástico y el carbón se pueden reincorporar temporalmente al ciclo económico-productivo por medio de la reutilización. Por ejemplo, se pueden utilizar para labores del hogar o para la venta externa a recicladores o entidades encargadas.
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