La planta de producción de la multinacional Unilever ubicada en Cali se convirtió en la segunda de la región en obtener una certificación de cero residuos a rellenos sanitarios.
El reconocimiento se logró en el marco del Plan de Vida Sostenible (que viene desarrollándose desde 2010), con el cual la firma espera duplicar el tamaño del negocio al tiempo que reduce el impacto medioambiental.
Tras conocerse los resultados de la auditoría que determinó la efectividad de las políticas en materia de aprovechamiento, el Centro de Operaciones de Logística de la firma, en la capital del Valle, quedó incluido en la lista de fábricas ejemplares de la compañía a nivel mundial.
En el proceso fue crucial la implementación de un Programa de Gestión Integral de Residuos Sólidos que revisó todas las áreas operativas para determinar la ruta a seguir.
Así fue posible reciclar materiales como cartón (6,98%), lodos (15,89%), madera bines (16,46%) y juagaduras (27,32%).
También se aprovechan desechos vegetales, aceite usado, pegante, cobre, chatarra de hierro o aluminio, madera en mal estado, bolsas de aluminio, plástico, vidrio, trampa de grasas, margarina destruida, mezclas de salsas, vasos de papel y servilletas, entre otros. De hecho, la compañía estima que mensualmente se reciclan más de 150 toneladas.
Además, se dio valor agregado a los desperdicios mediante un sistema circular de sostenibilidad que consistió en utilizar toda la materia reconvertida.
Por ejemplo: se fabricaron estibas a partir de laminados limpios y abono orgánico a partir de lodo de aguas residuales.
Durante esta etapa se realizaron continuas visitas técnicas que tenían por objetivo hacer un seguimiento a las acciones planeadas y su desarrollo.
Finalmente, tuvo lugar la etapa ‘Basuras Cero’, en la cual se ajustaron los procedimientos de manejo de residuos sólidos y posteriormente se evaluó la disposición de residuos especiales o no aprovechables.
Oscar Ramírez, director de la fábrica de Cali, explicó que la estrategia se enfocó en “reducir los puntos de generación de residuos en oficinas y plantas, así como centralizar la generación de los mismos a través de la creación de áreas específicas que llamamos ‘puntos ecológicos’”.
De esta forma se alcanzó una disminución mensual de 28 metros cúbicos de desperdicios sólidos, “siendo más eficientes en el uso de nuestros recursos”, puntualizó Ramírez.
La certificación además ha traído beneficios para las comunidades que habitan cerca de la planta de Cali a través de la generación de 30 empleos directos.
“Hemos impactado positivamente al corregimiento el Carmelo en Candelaria con la donación de algunos de los subproductos procesados a escuelas del sector”, indicó el director.
En la región la primera fábrica en alcanzar la certificación fue la de Belén en Costa Rica y recientemente la de El Salvador hizo lo propio.
En qué consiste la certificación de Cero Residuos
El reconocimiento lo reciben aquellas instalaciones de Unilever en las cuales ningún residuo no peligroso es enviado al relleno sanitario o incinerado sin que haya primero un aprovechamiento. Esta iniciativa está vinculada al Plan de Vida Sostenible, en el cual se plantearon objetivos como certificar todas las plantas Centros de Distribución y oficinas como Zero Waste to Landfill para reducir la generación de residuos asociada al consumo de sus productos. Así se pretende responder al compromiso de ayudar a más de un billón de personas a mejorar su salud y bienestar.
