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El patrullero perdió sus piernas por pisar una mina antipersona y junto a un general ahora reparte muletas a las personas en condición de calle que no tienen recursos
A sus 25 años, el patrullero José Fernando Carvajal se ha convertido no solo en ejemplo de lucha para quienes han sufrido los estragos de la guerra, también ha sido el apoyo de personas en condición de vulnerabilidad, que como él, perdieron alguna de sus extremidades, pero no tienen acceso a una prótesis o a unas muletas. Su esfuerzo y la forma resiliente en la que ha enfrentado su condición, lo llevaron a ser reconocido como un Valiente RCN Colsubsidio.
El santandereano ingresó a la Policía a los 18 años y fue puesto en el grupo de erradicación de cultivos ilícitos. Allí, junto a su perro Hulk, era el encargado de revisar que no hubiera minas antipersona en la zona.
Sin embargo, su historia se partió en dos el 10 de noviembre de 2018 cuando pisó una mina antipersona y “eso me cambió la vida. Me tuvieron que amputar las dos piernas por encima de la rodilla”, pero agregó que “la vida no solo se trata de los sucesos que vivimos, sino de cómo los enfrentamos y con qué actitud los recibimos”.
¿Cómo enfrentó su lesión?
Al principio lo tomé como una tragedia, como lo que era, porque nunca pensé que eso me fuera a pasar. Cuando estaba en el piso sentía tres dolores, uno físico, que nadie se alcanza a imaginar lo que es porque estaba sangrando mucho y tenía las piernas destrozadas.
Pero el dolor que más sentía era el de mi familia. En ese momento uno piensa en la mamá, en el papá, en los hermanos, en las personas especiales que tiene en la vida. El último dolor, es la impotencia, yo le decía a Dios que no entendía por qué pasaba por esto.
Pero después me di cuenta que la vida no solo se trata de los sucesos que vivimos, sino de cómo los enfrentamos y con qué actitud los recibimos.
¿Cómo superó ese dolor?
Encontrar un propósito ha sido algo que he alcanzado poco a poco, no es algo que surgió de repente, he encontrado lo bueno en todo lo que pasa, así como una forma de estar al servicio de los demás.
Por eso, comencé a dar charlas en diversos colegios y en la Policía, ahí se dio a conocer mi caso. Además, el 20 de julio tuve un encuentro con el Presidente y eso hizo que mi historia se conociera más.
¿De dónde nació la iniciativa de entregar muletas?
Junto con el general Silverio Ernesto Suárez Hernández, que es el director de bienestar social, hemos estado desarrollando diversas actividades.
Con el inicio de la pandemia empezamos a entregar mercados y refrigerios a quien más lo necesitaba. Una vez estábamos por la Caracas y nos dimos cuenta que muchas personas en estado de vulnerabilidad necesitaban muletas y de cierto modo, yo soy muy bendecido porque tengo prótesis, pero hay gente que no tiene los recursos para acceder a estas, por lo que recogimos recursos y entregamos tres pares de muletas a personas en estado de calle.
¿Seguirán entregando?
En este momento estoy comenzando una campaña con la que estoy recogiendo recursos que me permitirán ayudar a más personas en estado de vulnerabilidad entregándoles no solo muletas, sino sillas de ruedas, prótesis y otros elementos.
¿Qué lo inspira a ayudar?
Cuando pasé por mi amputación buscaba a alguien que me inspirara y no encontraba, pensaba que nadie era capaz de seguir la vida normal después de esto, pero ahora yo lo hago, incluso manejo moto sin adaptación y quiero mostrarle a más personas que sí se puede. Los sueños viven porque las personas están vivas.
Shalom David González se llevó el segundo puesto este 2020
El segundo Valiente de 2020, que buscaba dar a conocer más de 30 historias inspiradoras, es Shalom David González, quien después de un experimento en el laboratorio de química del colegio resultó con quemaduras en 80% de su cuerpo.
Fue trasladado a un hospital de EE.UU. donde fue tratado y al pasar más de 50 cirugías su familia logró ver avances pues ya podía comer solo, jugar, bailar. Hoy ofrece una gran lección de valentía.