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La capital del país empieza a prepararse para una nueva era de conciencia ambiental. La semana pasada se llevó a cabo un foro sobre Bogotá Basura Cero, en el que se discutió la importancia del aprovechamiento de los desechos como recurso y hacía dónde tiene que encaminarse la ciudad en materia de medio ambiente.
Claudia Hoshino, coordinadora de la oficina para América Latina y el Caribe del centro para el desarrollo regional de las Naciones Unidas (Uncrd), explicó que desde su conocimiento en la gestión de residuos en Bogotá, esto se ve como una propuesta en línea con la tendencia global que está ligada a las 3R: reducir, reciclar y reusar.
La separación en la fuente, cómo se recogen, qué hacen con esos residuos y cómo se hace la disposición final, son temas clave. En Bogotá se ha avanzado en el último punto, aunque todavía casi la totalidad de los residuos llegan a Doña Juana, lo que representa un problema pues su capacidad es limitada y además la basura ha producido inconvenientes serios en la población aledaña. 'En Bogotá no hay ninguna cultura de la 3R', dijo la experta.
Si Bogotá se mueve hacia una política de residuos, hay muchas formas de hacerlo, explicó, pero se tiene que tener un sistema sostenible de Basura Cero, lo que quiere decir que no se necesita un relleno porque todo se puede volver a utilizar. Dijo también que un sistema como eso puede significar un ahorro importante de materias primas porque se están botando muchas cosas. 'Se producen cerca de 6.000 toneladas diarias de basura en la ciudad', afirmó Hoshino.
Concluyó que el gran reto es educativo, pues para que una política como ésta tenga acogida, se tiene que hacer un cambio cultural a fondo, empezando por la separación de los residuos desde las casas y compañías. Finalmente agregó que esto tendrán muchas decisiones políticas.
Antonio Sanguino, concejal del Partido Verde, indicó que para llegar a un objetivo como Basura Cero, la ciudad debe cambiar de manera estructural todo el sistema de gestión de los residuos que produce hoy. Explicó que eso significa una transformación en todos los eslabones de la cadena (clasificación en la fuente, allí deben haber incentivos tarifarios para que no solo lo hagan por procesos de capacitación o de sensibilidad ciudadana, sino que haya un beneficio concreto que se reciba).
También dijo que se necesita fortalecer la clasificación que se hace en puntos de acopio y de recolección y en el transporte. En ese último, por ejemplo, se pueden establecer rutas para los residuos reciclables y orgánicos y para los que no lo son, para que así lleguen a lugares de disposición final diferentes.
Hoy, recordó, 'el 60% 0 el 70% de los que se está vertiendo en Doña Juana, puede ser reutilizado y eso no se está haciendo'. Otra cosa que se debe tener en cuenta, afirmó, son las escombreras, pues no hay oficiales y quienes utilizan este tipo de residuos lo hacen de manera 'marginal'.
Manifestó que esto se puede convertir en una 'fuente de generación de riquezas y de ingresos'. Señaló que la cantidad de personas que se dedican hoy al negocio del reciclaje son cerca de 11.000. 'Basura cero es un proceso que tenemos que asumir y transitar hacía allá con un mejoramiento en el modelo de aprovechamiento. La ciudad tiene cómo hacer estas transformaciones porque puede contratar el servicio de aseo con una licitación que está suspendida ahora', concluyó. El experto indicó que el tiempo para que este tipo de iniciativas se vuelvan una realidad, depende de 'la decisión que tenga la administración para hacerlo', sin embargo, señaló que hoy existe una clara tendencia a tomar ese camino y que en los próximos seis o siete años se estarían desarrollando políticas fuertes sobre el tema de basuras.
Las campañas de buena disposición final ya están
Últimamente las compañías de varios sectores, entre ellos las de tecnología, que son unas de las que generan residuos más complicados de procesar, han implementado nuevas campañas para una buena disposición de lo que se conoce como residuos eléctricos y electrónicos, esto tiene que ver con la buena disposición con la buena disposición de algunos productos como las pilas, las partes de computadores y las tarjetas. Con este tipo de artículos se genera una nueva materia prima para compañías de otros sectores o las partes plásticas o eléctricas de los productos que estas mismas empresas lanzan, lo malo es que por temas de tecnología, la mayoría de estos procesos no se pueden hacer dentro de Colombia.
Las opiniones
Claudia Hoshino
Coordinadora UNCRD
'Mirar el tema de los residuos y lo que se llama basura, más como un recurso que como un problema para la ciudad, es lo que se tiene hacer desde el marco cultural'.
Antonio Sanguino
Concejal Partido Verde
'La política de basuras en Bogotá puede mejorar mucho en los próximos seis o siete años, más si la administración está interesada, que es lo que se ha visto'.