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Parámos de Santurbán y Chingaza son los cuerpos de agua protegidos por el Fondo de Agua de Bogotá, donde se ha logrado impactar más de 8000 hectáreas
Los paramos de Chingaza y Guerrero, son los cuerpos hídricos protegidos en acciones conjuntas con el Fondo de Agua Bogotá
Uno de los hitos en infraestructura verde y adaptación al cambio climático son las 8.000 hectáreas preservadas con el apoyo del fondo de Agua de Bogotá con el fin de proteger, preservar y conservar los paramos de Chingaza y Guerrero.
"Crear mecanismos financieros, motivar a los sectores públicos, privados, y al gobierno a tomar decisiones en conjunto a través de mesas de articulación; sin embargo Los Fondos de agua tratan de ser autónomos y no depender de algunos factores.Cuando hablamos de agua hay comunidades inmersas y no podemos hablar de proyectos a largo plazo", señaló Andrea Yáñez, directora del Fondo de Agua de Bogotá.
Los fondos de agua son mecanismos de impacto colectivo que permiten dirigir recursos hacia acciones de conservación a largo plazo. Además, brindan a la sociedad civil, organizaciones y gobiernos una solución eficaz para influenciar e impulsar la conservación del capital natural de forma sostenible. En esa línea, Agua Somos el fondo de agua de la Bogotá-Región, es una plataforma colaborativa capaz de liderar la ejecución de acciones que propendan por el cuidado y preservación del cuerpos de agua, trabajando de forma articulada con entidades públicas de interés, beneficiando a por lo menos 10 millones de personas.
Andrea Yáñez, directora del Fondo de Agua de Bogotá, se refirió al desafío de articulación con los diferentes actores que intervienen en pro del cuidado de los cuerpos hídricos de Bogotá,es así como se estableció un convenio con la Rap (Región administrativa y planificación especial), a través del cual se diseñó un plan de acción que invita a la comunidad a tener una hoja de ruta más articulada. La proyección a 2030 es lograr una acción colectiva en pro de la restauración y conservación al rededor de los páramos de Bogotá.
Desde la dirección del Fondo se ha prestado ayuda a más de 790 familias en las laderas de los páramos cundinamarqueses al año, articulando a 880 predios de dicha zona, cerrando 48 acuerdos de preservación y restauración. Uno de los hitos en infraestructura verde y adaptación al cambio climático son las 3.330 hectáreas preservadas y una inversión de $7.000 millones en la cuenca del río Bogotá para proteger 8.313 hectáreas.
Para representantes de estas acciones a favor de la preservación de los cuerpos de agua del país, es importante tener presente que cualquier acción ambiental deber garantizar la salud pública de las comunidades que viven en los entornos, así como la seguridad alimentaria. Los retos que demandan la protección de las hectáreas incluye las herramientas tecnológicas, mano de obra técnica y la intervención de la comunidad, y finalmente que se puedan medir en el tiempo.
La Seguridad Hídrica es la capacidad de la humanidad de proteger el acceso sostenible al agua para el sostenimiento de los medios de vida, el bienestar y el desarrollo socioeconómico. Al mismo tiempo que emprende acciones para proteger los ecosistemas que brindan el recurso para grandes comunidades en las principales ciudades de la región, por ello es relevante resaltar que hay una vigilancia permanente en más de 1.000 predios en tiempo real.
En cuanto a la seguridad hídrica, este país se considera una potencia con seis nevados, 44% de los páramos de Sudamérica, 30 grandes ríos, 1.277 lagunas y más de 1.000 ciénagas, el agua es sin lugar a duda el tesoro del territorio. Dado este patrimonio hídrico, Colombia cuenta con cinco fondos de Agua, convirtiéndolo en el país con el mayor número de Fondos de América Latina y el Caribe.
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