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El alto costo de los vehículos y la escasez de los materiales para sus baterías hacen compleja la tarea de la masificación
El parque automotor mundial supera los 1.400 millones de vehículos rodando y menos de 2% son eléctricos, esto a pesar de que los países desarrollados han firmado convenios o han redactado normativas que apuntan a una restricción progresiva de carros a combustión.
De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza, WWF por sus siglas en inglés, en un término de cinco años, entre 20% y 40% de los vehículos ligeros deberán ser eléctricos para limitar el calentamiento global a 1,5°C.
Sin embargo, hay varias dificultades en ese camino y, probablemente, la meta no se cumplirá. De acuerdo con expertos de la industria automotor, el costo de estos vehículo cero emisiones no ha mermado a la velocidad que se esperaba. Además, los commodities para fabricar sus baterías son de compleja explotación y limitada disponibilidad.
Los minerales clave para la creación de las baterías son cobalto, manganeso y cobre; todos con elevados precios debido a la complejidad para extraerlos y, de manera paralela, los fabricantes compiten por las existencias disponibles.
Los fabricantes coinciden en que la industria de carros a combustión acumula más de 120 años y convertirla a un ritmo tan acelerado es un trabajo complejo. En Colombia, ruedan 7,1 millones de vehículos y la participación de los eléctricos en el parque automotor no llega a 5%.
Según proyecciones de la Upme, hacia 2030, en el país rodaría 1,5 millones de carros eléctricos y representarían cerca de 6,7% sobre el total de los vehículos en funcionamiento, una cifra lejana a la meta global.
La autonomía, es decir, el tiempo de duración de la batería en uso, también es un reto a resolver, dado que sin una adecuada red de estaciones de carga, los viajes largos serían inviables.
Nicolás Behar, gerente BYD Auto para Motorysa, indicó que "en el contexto colombiano, el desarrollo de una infraestructura de carga eficiente es fundamental para potenciar las ventas de vehículos de nuevas energías, especialmente híbridos enchufables y eléctricos".
"Aunque Colombia cuenta con una matriz energética limpia, perfecta para respaldar la movilidad eléctrica, el éxito de esta transición también depende de la preservación de beneficios fiscales y restricciones de movilidad en las principales ciudades", añadió.
Finalmente, hizo notar que "mantener incentivos fiscales, como exenciones y descuentos, incentivará la adopción de vehículos sostenibles. En conjunto, estas acciones respaldarán la transición hacia un parque automotor más sostenible y alineado con los objetivos de movilidad verde en Colombia".
Para PwC, la gestión eficiente de las fuentes de energía va de la mano con el sector privado; ya que, ese sector que puede liderar procesos con la tecnología
