De acuerdo con las cifras del Departamento Nacional de Planeación (DNP), de 9,76 millones de toneladas que se pierden en todas las cadenas de producción y consumo, 20,6% (2,01 millones) se desperdicia en la distribución y retail. Es decir, en las tiendas, supermercados y plazas de mercado.
Por esta razón, LR decidió averiguar cuáles eran las estrategias que utilizaban las plazas de mercado más grandes del país para lograr reducir los desperdicios.
En términos generales, lo que más utilizan las centrales son las donaciones de alimentos seleccionados para luego llevarlos a las fundaciones; también reutilizan la comida para abonos en el sector agropecuario. En tercer lugar está el mejoramiento en el sistema de empaque y transporte para disminuir los golpes a las frutas, verduras y tubérculos; y por último, los populares ‘canequeros’.
Mauricio Parra, gerente general de Corabastos, comentó que “en la central se han implementado estrategias importantes como la del Banco de Alimentos, entidad con la que hemos logrado disminuir el impacto de la pérdida de productos. También trabajamos con Residuos Verdes para llevar los alimentos que ya no sirven y utilizarlos como abonos en el proceso de producción de las fincas”.
Josefina Nonato, coordinadora del Banco de Alimentos que funciona en Corabastos, dijo que “con el programa ‘Alimenta más, desperdicia menos’, en un año de gestión, se ha logrado que 973 toneladas de comida se puedan salvar para llevarlas a las fundaciones que atienden a población vulnerable en todas las ciudades del país”.
En Medellín ocurre algo similar a lo de Bogotá. En la Central Mayorista de Antioquia (CMA) entran aproximadamente 68.000 toneladas y un pequeño porcentaje, que no es calculado por la central, se desperdicia. Sin embargo, gracias a los planes de donación a fundaciones, con mercados a familias de bajos recursos y cierta cantidad utilizada para compostaje, se disminuye el impacto mes a mes.
En Centroabastos de Bucaramanga, la tercera central de abastos más grande del país por número de entrada de alimentos (28.000 toneladas en promedio mensuales), José Luis Vargas Landazábal, profesional de estrategias ambientales y calidad, comentó que “Emab, la empresa de aseo en Bucaramanga, tiene un contrato con nosotros, en el que la idea es llevarles los residuos orgánicos y ellos hacen el proceso de aprovechamiento”.
De acuerdo con las cifras de Centroabastos, en un día se pueden desperdiciar entre 19 y 20 toneladas de comida, de las cuales se logran aprovechar 30%. Por esta razón, Vargas informó que en pocos días se va a lanzar un programa “para hacer una especie de camas, en donde se va a tener la lombrices rojas californianas para hacer abonos y aumentar el aprovechamiento de los desperdicios”.
En Granabastos (Barranquilla), se logra reducir el impacto de los desperdicios con planes de choque como mejorar las condiciones de transporte de los alimentos desde los centros de producción. Más de la mitad de los productos que se distribuyen en la central (7.100 toneladas mensuales) provienen del interior de Colombia y en algunas de ocasiones llegan con imperfectos.
Precisamente, este es uno de los problemas que se debe atacar, según el ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri. “Disminuiremos los desperdicios con mejoras en manejo de poscosecha, empaque y transporte adecuado. El manejo preventivo de la sanidad agrícola y pecuaria reducirá el riesgo de enfermedades en productos”, indicó Iragorri.
Por último, en Surabastos (Neiva) las estrategias son las mismas, recolectar alimentos para las fundaciones y utilizar abono para reforestar. Sin embargo, también hay ‘canequeros’, que son aquellas personas que buscan entre los desperdicios para tratar de aprovechar los productos que fueron desechados. Sin embargo, esta práctica tiene los días contados por los problemas de salud generados tanto en los ‘canequeros’ como en los consumidores.
Las frutas son las que más se pierden
En el informe del DNP, el sector que más desperdicia alimentos es el de las frutas, principalmente con 58% de la producción. Y es que según la entidad, de 10.434 toneladas que se producen al año, 6.081 toneladas se pierden. Las raíces y tubérculos son el otro sector que más desperdicia con 49% de la producción; luego están los lácteos con 23%; pescados con 15%; granos con 13%; cárnicos con 12%; y los cereales con 8%. Además, vale la pena mencionar que 3,95 millones de toneladas se pierden en la etapa de producción, es decir 40,5% de la cifra total de 9,76 millones de toneladas.
Las opiniones
Aurelio Iragorri
Ministro de Agricultura
“Queremos reducir las pérdidas en las cadenas de distribución. Es necesario tener manejo preventivo para no botar comida”.
Mauricio Parra
Gerente de Corabastos
“Estamos trabajando con los agricultores para que mejoren la etapa de producción con sistemas de empaque y transporte de alimentos”.
