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Programa social promueve el fortalecimiento agroempresarial
Una de las principales secuelas del conflicto armado en Colombia fue que el campesino se vio obligado a abandonar sus tierras y sus proyectos productivos. Sin embargo, con el acuerdo de paz, no solo pudieron regresar a trabajar, sino que también mejoraron sus emprendimientos al convertirlos en una empresa. Una de las iniciativas que potenció esta nueva realidad fue ‘Tiendas de paz’, que al cierre de su séptima fase benefició a 305 personas, de las cuales 69% son víctimas de la violencia en Colombia.
Uno de los componentes más importantes de las ‘Tiendas de paz’ fue el fortalecimiento agroempresarial, en donde el programa se ha enfocado en capacitar a los campesinos en tres ejes: asociatividad, generando aptitudes en gobernabilidad y resolución de conflictos; manejo de tiendas, ayudando en capacitaciones de administración, contabilidad y manejo de registros; y un fondo dotatorio, que otorga recursos para que cada proyecto tenga un desarrollo óptimo. En este apartado se han beneficiado 116 personas.
En la séptima fase, las ‘Tiendas de paz’ arrancaron en los municipios de Apartadó, Turbo, Chaparral, Buenaventura y Florencia. Según comentó el gerente financiero y administrativo de la Fundación Bavaria, Bernardo Saíz, comenzaron sus operaciones entre enero y marzo de este año.
Así mismo, Sandra Velásquez, una de las beneficiarias de las ‘Tiendas de paz’, aseguró que la mayor virtud del programa fue unir a los campesinos de las regiones y mostrarles no solo el potencial de sus territorios, sino los conceptos que aún necesitaban aprender para convertir sus proyectos en empresas.
“La idea del proyecto es que los campesinos aprendan a vivir en comunidad y comprendan cómo debe funcionar una asociación”.
“El programa reunió a la comunidad para que los productores aprendan más y tengan mayor conocimiento de lo que tienen, además de cómo sacar buenos productos y organizar su empresa”, afirmó.
Uno de los apoyos más importantes de las ‘Tiendas de paz’ es el del departamento de Prosperidad Social de la Presidencia de la República, pues según comentó Saíz, el programa ‘Familias de su tierra’ que promueve la institución identifica a las familias desplazadas y les ayuda a volver a su tierra.
“Esa es la base donde se nutren las ‘Tiendas de paz’, porque de ahí se forman las asociaciones, y a ellos se les deja la tienda y el fondo dotatorio”, agregó el funcionario.
A su vez, manifestó que una de las principales claves del proyecto es enseñarles a los beneficiarios a vivir en comunidad tras su paso por las ciudades grandes, pues para que las tiendas prosperen, es necesario que conozcan “cómo debe funcionar una asociación y las prácticas y funciones internas”.
Creación de tejido social
Tanto Velásquez como Saíz coincidieron en que, más que una tienda, el proyecto aporta en la construcción de tejido social, al crear espacios dinamizadores, de conversación y reconciliación.
Además de Prosperidad Social, el proyecto de ‘Tiendas de paz’ ha contado con el apoyo de instituciones como Usaid, la ONG estadounidense Acdivoca, Fundación Bavaria, el Ministerio de Trabajo, la caja de compensación familiar Comfama y la corporación Interactuar.
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