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La OIT se planteó dos retos para el desarrollo de empleos verdes: mitigar el desgaste de recursos naturales y generar un plan de consecución para trabajos ‘decentes’
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), mediante su más reciente estudio publicado, informó las cifras clave para entender el papel de los ingresos resultantes de los empleos verdes en búsqueda de la reducción de la pobreza y la distribución de los beneficios del crecimiento económico.
Además, reveló los sectores en los cuales se encuentran las mayores oportunidades de mejora, en áreas que oscilan desde el suministro de energía, pasando por el reciclado hasta la construcción y el transporte, sectores en donde, paradójicamente, recae la mayor participación de contaminación.
El sector de la energía eólica da empleo a cerca de 300.000 personas, el de la energía solar fotovoltaica completa 170.000 y el de la energía térmica o solar a más de 600.000, reveló el estudio.
En los últimos años se han creado más de 2,3 millones de empleos verdes, aun cuando éstos aportan únicamente 2% de la energía en todo el mundo.
“La economía circular aumenta el bienestar social promoviendo el consumo responsable desde las empresas respetuosas con el medio ambiente”.
“A partir de la economía sostenible se trabajan modelos empresariales que incorporan aportes hacia la acción climática y el cierre de brechas e igualdades”.
No obstante, en el ámbito público, 50% de los programas de empleo incluyen un componente verde, los cuales pueden combinar objetivos económicos, sociales y ambientales para apoyar la adaptación y mitigación de la degradación ambiental. Las políticas que extienden las transferencias, fortalecen la protección social y apoyan la inversión verde son financieramente viables y conducentes a un mayor crecimiento, creación de empleo y una distribución más justa del ingreso.
Estimaciones de la Cepei sugieren que aproximadamente 40% del total de emisiones de CO2 son atribuidas al sector energético, el cual incluye actividades como la producción de combustible, gas natural y generación de electricidad para consumo industrial y doméstico.
De modo que, se convierte en un acto pertinente y de crecimiento económico la transición a la sostenibilidad de este sector y el desarrollo de empleos verdes en el mismo. La OIT también señala que si se cumple con el acuerdo de París de disminuir a 2°C la temperatura para finales de siglo, en relación a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, se pueden crear 18 millones de empleos en el sector energético, apelando a la construcción, la fabricación de maquinaria eléctrica, la minería del cobre, la producción de energía renovable y el cultivo de biomasa.
Se espera que el sector renovable laboral tenga un aumento porcentual de 0,10 puntos para 2030, mientras que los combustibles fósiles tengan un decrecimiento de 0,17%. Se evidenció que la economía mundial está basada 40% en productos y procesos biológicos, según el estudio publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), por lo que las condiciones ambientales tienen incidencia en los factores de trabajo y su consecución.
Agrega que los aumentos de temperatura harán que el estrés por calor sea más probable, lo que reducirá las horas disponibles para trabajar, afectando especialmente a los empleados del sector de agricultura en su calidad laboral.
Mayor compromiso por parte de las empresas
En las últimas décadas, la degradación del medio ambiente ha llegado a afectar 40% de la humanidad según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU); y aunque cada vez son más las iniciativas que abordan temas de sustentabilidad y las políticas internacionales entorno a preservar la calidad de los trabajos y promover nuevos empleos verdes, solo 23 países han visto crecer sus economías desde las empresas que han disminuido tanto sus emisiones de GEI como su impacto en el ecosistema.