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Así funciona el modelo de Selva Nevada, una empresa social que produce alimentos de calidad cosechados con enfoque sostenible por comunidades rurales
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Selva Nevada produce alimentos a partir de frutas cosechadas con un enfoque sostenible por comunidades rurales en las zonas afectadas por conflicto armado
La producción de alimentos es un proceso que tradicionalmente se caracteriza por la desigualdad en Colombia, y cuando se trata de mujeres, la brecha de género es notable. Según el Ministerio de Agricultura, de 954.334 mujeres del sector rural, 81,8% dedica su tiempo al suministro de alimentos para el hogar o para la mano de obra en el campo, actividades que no son reconocidas y que en la mayoría de los casos no tienen remuneración.
Y es que solamente 40,7% de las mujeres de estas zonas rurales tiene participación en el mercado laboral formal, esto frente a 76% de hombres en estas mismas zonas y 57,2% de mujeres en zonas urbanas. De contextos como este nació la empresa social Selva Nevada, que produce alimentos a partir de frutas cosechadas con un enfoque sostenible por comunidades rurales en las zonas afectadas por conflicto armado.
Un estudio realizado por 60 Decibels en la que se encuestó a 73 proveedores de cuatro diferentes frutas (corozo, açai, copoazú, camu camu), evidenció que 46% de las mujeres considera que su calidad de vida había mejorado sustancialmente; 93% señaló que había aumentado su capacidad para tomar decisiones con su propio dinero con este modelo de empresa social.
Catalina María Álvarez, cofundadora y gerente administrativa de Selva Nevada, resaltó que Colombia se caracteriza por su riqueza natural y gran diversidad, "pero el sector agrícola es uno de los que presenta grandes brechas a nivel de género, por lo que hay diferentes retos para destacar el papel de las mujeres rurales; su trabajo, su identidad y su posición en un campo que durante décadas ha sido liderado por hombres”.
Las frutas con las que trabaja Selva Nevada se cosechan a partir de prácticas sostenibles en las regiones Amazonía, Orinoquía, el Caribe y en la selva tropical del Chocó-Darién del Pacífico. "Nuestro trabajo por crear redes de prosperidad en los territorios y aumentar el ingreso de los pequeños productores rurales ha logrado también impactar y permear a la mujer productora, pues llevamos adelante diferentes capacitaciones y una negociación justa y a largo plazo, la cual, promueve su liderazgo en el sector y dentro de sus comunidades”, agregó Álvarez.
Otro descubrimiento del modelo que encontró el informe de 60 Decibels es que dos tercios de los proveedores de Selva Nevada consideran que con esta empresa accedieron por primera vez a un comprador estable. También destacaron que esta organización está creando acceso a mercados estables para 64% de sus proveedores, marcando una diferencia significativa en la vida de los pequeños productores.
El modelo que emplea esta organización recientemente recibió el Premio Emprender Paz 2023, entregado por el por la Fundación Grupo Social, en alianza con la Embajada de Suecia, Fundación Konrad Adenauer y Fundación Ayuda en Acción, y que se le otorga a aquellas empresas que se destacan por su poder transformador en poblaciones afectadas por la exclusión y la violencia, al liderar iniciativas que generan progreso, desarrollo y oportunidades.
El trabajo de Selva Nevada, así como el impacto a las comunidades, llevó a Acumen, una organización pionera que busca abordar de una manera disruptiva los retos de la pobreza, en alianza con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, a través del Fondo Invirtiendo para la Paz, a realizar una inversión en esta empresa. La compañía, hasta la fecha, trabaja en total con 10 comunidades de pequeños productores, beneficiando a 500 familias rurales.
