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Este programa se desarrolla desde 2001, con el apoyo de la acción social del estado y tiene como objetivo atender a los niños y jóvenes que son víctimas directas del conflicto armado, o aquellos que están en una situación de extrema vulnerabilidad.
Además gracias a este proyecto, Batuta ha logrado presencia en más de 90 municipios de todo el país, con sus centros musicales en los cuales ofrece programas de iniciación musical.
Según las cifras proporcionadas por la Fundación, en 2014 se registraron ingresos en tres áreas principales que sumaron un total de $3.798 millones.
En cuestión de las alianzas para el año anterior fueron $186 millones; en donaciones $253 millones y en la cooperación internacional se estableció un monto de $3.358 millones, recibiendo el mayor aporte de las entidades del exterior.
Batuta es una entidad mixta que recibe ingresos económicos tanto del Gobierno, como de las entidades privadas. “Entre las empresas privadas por ejemplo tenemos el apoyo de Ecopetrol, de Pacific Rubiales, y de otras petroleras que nos piden que armemos centros orquestales en áreas de influencia”, aseguró Parias. La Fundación Bolívar Davivienda, es otra de las entidades que apoya en distintos proyectos, uno de ellos es la Orquesta Filarmónica Joven de Colombia.
Además hay otras entidades como la Fundación Metropolitana de la Música, en la cual alrededor de 100 niños de diferentes localidades de la ciudad, hacen parte del proyecto y se presentan en el Teatro Santo Domingo, el Teatro Colón de Bogotá y el Teatro Jorge Eliécer Gaitán.
Por otra parte, para Batuta es importante contar con pedagogos de alta calidad que garanticen el aprendizaje de los menores. En total hay más de 600 profesores de música, algunos llevan trabajando 23 años desde que inicio la fundación.
Sin embargo, en algunos casos se contratan profesores de Estados Unidos, Francia o España, los cuales llegan a los centros a dictar charlas o a realizar clases, gracias a “la cooperación de organismos multilaterales, que trabajan temas culturales. En muchos casos lo que hacemos es pedir recursos para traer profesores internacionales” añadió Parias.
Para la presidenta ejecutiva de Batuta, los 39.710 beneficiarios tienen la posibilidad de tener un mejor futuro junto a la música, porque esta “no solamente es linda como expresión artística, si no también genera una cohesión social y unos valores que están asociados a esa práctica”.
Conozca los programas para este año
Cada uno de los 39.710 niños y jóvenes que integran las 44 orquestas sinfónicas, se benefician de los seis programas. Uno de ellos es Voces de la Esperanza, que se enfoca en las zonas en donde se han registrado violación a los derechos internacionales. Otro programa es Música en las casas lúdicas, el cual junto a la Cancillería, trabaja por los niños reclutados por la guerra. El tercero es Batubebés, que son niños de dos a cuatro años. El cuarto es Música para las fronteras, que se enfoca en los Centros Orquestales Binacionales “con niños de Venezuela, Ecuador y Colombia” dijo Parias Durán. Por último, la Red de orquestas infantiles y juveniles y el programa Batuta para la Jornada ampliada trabaja en el fortalecimiento de cada una de las competencias y habilidades que pueden desarrollar los niños.