La mayoría de las empresas en Colombia no solo están trabajando en la reducción de sus residuos y desechos, sino que además están desarrollando iniciativas diferentes al reciclaje que permitan aprovechar este material de segunda.
Una de esas firmas es Café Oma, que tras sellar una alianza con la Fundación Siembra un Árbol, logró convertir los desechos de su café en un hongo comestible.
“Enseñamos que sí es posible generar valor a partir de lo que antes era basura, transformando modelos de negocios y aumentando la concientización ambiental de empresas y consumidores. Esperamos que esta buena práctica sea un ejemplo que nos permita crecer en el ámbito nacional”, afirmó Rafael Fernando Amaya, director de proyectos de la Fundación Siembra un Árbol.
El programa que permite convertir la borra del café en un hongo comestible (Pleurotus Spp) con un alto componente nutricional consta de siete pasos: recolección de la borra de café en los puntos de venta de Café Oma, transporte a la planta de producción en Chía, siembra y obtención del micelio (raíz del hongo), recolección de la cosecha de hongos, proceso de empaque, etiquetado y almacenaje, control de calidad, y por último, distribución y comercialización.
Para lograr este proceso de conversión de la borra del café, el cual ya suma siete años de investigación en residuos agrícolas, la Fundación Siembra un Árbol invirtió US$60 millones desde la fase de estudio de este proyecto hasta la construcción de la planta de producción.
Esta iniciativa ya lleva funcionando dos meses, período en que se recolectaron cerca de dos toneladas de borra de café en los puntos de venta de la cadena de cafeterías. “Con este trabajo estamos evitando que todos los residuos del café terminen en los rellenos sanitarios. A su vez, estamos alcanzando una disminución de gases de efecto invernadero (GEI)”, indicó Amaya.
El residuo final de la cosecha de hongos se usa además como abono orgánico.