Desde 2012, la corporación Pilas con el Ambiente ha trabajado de forma constante para resolver un problema ambiental de gran magnitud en Colombia: la disposición de pilas usadas.
En estos 12 años, han logrado recolectar más de 4.400 toneladas de pilas y acumuladores, equivalentes a 236 millones de unidades, evitando que residuos peligrosos equivalentes al tamaño de una Torre Colpatria terminaran en los rellenos sanitarios del país.
“Nuestra misión es clara: garantizar que las pilas usadas no sean un problema para el ambiente, sino una fuente de recursos que puedan reutilizarse de manera segura y eficiente”, señaló Alberto Ladino, director ejecutivo de la corporación.
Pilas con el Ambiente ha demostrado que estos residuos contienen materiales valiosos como zinc, manganeso, litio, cobalto y aluminio, que pueden reciclarse para reducir la extracción de recursos no renovables, minimizar la contaminación y generar empleo en sectores como la siderurgia y la producción de fertilizantes.
La corporación ha invertido más de $1.000 millones en investigación y desarrollo, logrando recuperar materiales como el zinc y el manganeso, que son reutilizados en la industria nacional, mientras que minerales como el litio y el cobalto se exportan para fabricar nuevos acumuladores eléctricos.
Según Ladino, este avance tecnológico no solo posiciona a la organización como un ejemplo de economía circular, sino que también abre un camino sostenible para el futuro del país.
Más allá del reciclaje, Pilas con el Ambiente ha apostado por la educación ambiental. Programas como la Escuela Ambiental Pilosa y la Red Pilosa han capacitado a comunidades, colegios, municipios y empresas para que comprendan la importancia de la correcta gestión de residuos peligrosos.
También han impulsado la participación ciudadana mediante el Sello Ambiental Piloso, que reconoce el compromiso de quienes trabajan activamente en la recolección de estos materiales.
Pilas con el Ambiente hizo un llamado a todos los departamentos del país a intensificar las jornadas de recolección de pilas y acumuladores usados. Según Ladino, cada acción cuenta para mitigar el impacto ambiental, alargar la vida útil de los rellenos sanitarios y construir un modelo económico más sostenible.
“Este no es solo un trabajo de reciclaje, es una apuesta por un futuro más limpio y responsable para las próximas generaciones”, concluyó.
