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Arborización, manejo de residuos, reciclaje y orientación, entre las estrategias que usaron droguerías como Cruz Verde y La Rebaja
El tapabocas es una de las herencias que dejó la pandemia ocasionada por el covid-19. La ONU había alertado que 70% de estos utensilios podrían terminar en los océanos y 12% de ellos serían quemados, generando un impacto negativo en el planeta por las malas prácticas medioambientales. Solo durante 2020, epicentro de la emergencia sanitaria, la ONG Oceans Asia aseguró que 1.560 millones de mascarillas fueron desechadas al mar, generando aproximadamente 6.000 toneladas de contaminación adicional.
Ante este panorama, y aunque el Gobierno anunció la reglamentación que rige desde el pasado domingo 1 de mayo para el no uso de este artículo en espacios cerrados, dos años de pandemia han generado repercusiones en el medio ambiente. Es por ello que LR consultó con dos de las farmacias que más vendieron estos artículos las prácticas que tuvieron para mitigar el impacto de la venta masiva de tapabocas y sus desechos.
Erika Ramos, subdirectora de comunicaciones y asuntos públicos de Cruz Verde, aseguró que “entendiendo todo lo que se venía en temas de uso de tapabocas y contaminantes, nosotros iniciamos alternamente todo un refuerzo de nuestros temas de responsabilidad social y sostenibilidad adelantando varios planes y proyectos que tenemos dentro de la compañía”.
Dentro de esos está la adhesión a la iniciativa de la Andi para arborización, con la que cumplieron la primera jornada el año pasado, y un programa de manejo de residuos y reciclaje en el centro de distribución de la empresa. “Gracias a un proceso de logística hacemos que el material de nuestros puntos de venta en Bogotá, como cajas y ciertos elementos, regresen al Centro de Distribución de Cruz Verde (Cedi) para ser atendidos por una asociación que trabaja con nosotros, que se llama Recuperadores Circulares”, agregó.
“Este proyecto, además de impactar vidas, nos permitió recuperar aproximadamente 300.000 kg de materiales en 2021, principalmente cartón, papel, madera, metales y diferentes tipos de plástico”, puntualizó Susana Mejía, coordinadora de Sostenibilidad de la entidad.
Otra farmacia que tuvo iniciativas para mitigar el impacto de la coyuntura fue Drogas La Rebaja, compañía que vendió 45 millones de unidades de tapabocas durante dos años de pandemia. Sus estrategias se basaron en la orientación, tanto a sus empleados como a sus clientes.
La compañía señaló que dotó en 100% a los equipos de puntos de venta y a la flota de mensajeros con tapabocas reutilizables, proporcionando indicaciones de utilización, lavado y de correcta disposición.
“Todas las comunicaciones internas estaban enfocadas en promover el uso de la mascarilla e invitamos enfáticamente a nuestros colaboradores al correcto desecho de las mismas -en el caso de usarlas tipo quirúrgicas o desechables-, brindándoles también indicaciones acerca de cómo hacerlo tanto en el lugar de trabajo como en su hogar o actividades sociales”, aseguraron desde la empresa.
Para este año, Cruz Verde tenía como meta la siembra de 150 árboles como mínimo en caso de no tener la obligación normativa, pero el compromiso ascendería a 11.000 árboles teniendo en cuenta el número de colaboradores de la compañía. “Este año nosotros estamos continuando con este compromiso alineado con la Ley de Siembra que salió el 30 de diciembre de 2021, estamos esperando la reglamentación que va a sacar el MinAmbiente”, concluyó Susana Mejía.
Por lo pronto, el uso del tapabocas irá disminuyendo a medida que los diferentes gobiernos eliminen algunas medidas de bioseguridad y la emergencia sanitaria vaya cediendo ante el plan de vacunación.
