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Pese a que existe un potencial social de reutilización, simplemente parte del material termina dañándose o perdiéndose.
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A través de una guía ilustrada, se enseña a producir pabellones cuya estructura y materiales se pueden reutilizar en otro proyecto
Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente señaló que, para 2022, el sector de la construcción fue responsable de 34% de la demanda energética en el planeta, y de alrededor de 37% de las emisiones de dióxido de carbono, derivadas de sus operaciones y funcionamiento. Un renglón que impacta de manera significativa es el de la producción de pabellones de ferias de exposición que, a diferencia de una construcción que se mantiene vigente en el tiempo, deben ser desmontados y, la mayoría de las veces, se convierten en residuos tras la finalización del evento.
Con el fin de aportar a la economía circular y darles una segunda vida a estos residuos, Antonio Yemail, magíster en Construcción de la Universidad Nacional de Colombia, Unal, y profesor de arquitectura de la Universidad de los Andes, desarrolló una guía ilustrada sobre producción de pabellones, con el objeto de recuperar y reconfigurar los materiales de un proyecto para el desarrollo del siguiente y así darle una vida útil, evitando que se conviertan en desperdicios.
“Un pabellón es una experiencia narrativa que aborda una temática particular y, normalmente, es de carácter efímero. Su intensidad de uso, que por lo general es de 15 días, es más o menos la que puede tener un edificio normal en 30 años. Después de esa intensidad ¿qué pasa con la energía, con el material e inversión en diseño?, el ritmo de construcción y desmontaje no deja espacio para pensar en qué va a pasar con su segunda vida”, señaló Yemail. “No existe en el mercado un material para lo efímero (pabellones de feria) y un diferente material para lo permanente (construcciones como edificios o casas), lo que significa que hay un mayor impacto frente a la disposición de los residuos”.
De acuerdo con el investigador, pese a que existe un potencial social de reutilización en iniciativas o fundaciones que podrían hacer uso de estos puestos mobiliarios y estructuras, simplemente parte del material termina dañándose o perdiéndose.
“Existe un vacío normativo en lo referente a estos tipos de espacios, ya que no existe ningún tipo de protocolo en los términos de referencia. Es clave saber cuáles son los estándares en términos ambientales que se deberían cumplir porque, a diferencia de un edifico convencional, un pabellón tiene una huella ambiental alta no solo en la construcción, sino por la producción y el desecho”, agregó.
Para darle una solución a esta problemática, Cortés desarrolló una guía ilustrada de lectura y producción de pabellones, que sintetiza las fases, roles y componentes involucrados en este tipo de proyectos.
"Se reconoce que la selección cuidadosa de materiales y la planificación de su reutilización, desde las etapas iniciales, es un factor crucial para mitigar las cargas ambientales de los pabellones".
"La economía circular corresponde a un nuevo enfoque a los sistemas de producción y de consumo".
“Hicimos una guía gráfica, una especie de cómic, que explica las fases de construcción de un pabellón e incluye las posibilidades para reutilizarse, además de una guía de seguimiento para la contratación y el diseño”, señaló.
Su efectividad se comprobó con su implementación en tres proyectos de arquitectura efímera en Bogotá: la Feria Internacional de Arte de Bogotá 2022, la feria La Vuelta 2022 y Salvando Primates en 2023.
Según Cortés, aunque la guía está formulada para la respectiva reutilización de las estructuras de los pabellones en otros proyectos, existen varias posibilidades de economía circular que incluyen el componente social.
Una de las estrategias es que el pabellón se indulte, se mantenga vivo. La otra es que itinere y se traslade a otras regiones, representando un costo menor al que se tendría si se empieza a construir desde cero. Y la última estrategia es que se donen los componentes a una causa social, ya sea en un contexto pedagógico como a fundaciones y colegios.
“Se reconoce que la selección cuidadosa de materiales y la planificación de su reutilización, desde las etapas iniciales, es un factor crucial para mitigar las cargas ambientales de los pabellones, y su implementación y éxito dependen de una gestión integral, entendiendo que la responsabilidad de extender la vida útil de un pabellón no recae solo en la arquitectura”, concluyó.
