Seis tendencias en RSE que marcarán el año

A cinco años del plazo fijado para cumplir los Objetivos de Desarrollo Sostenible, ODS, de la Agenda 2030, el panorama global de la sostenibilidad estará marcado por una presión por acelerar el paso y cerrar la brecha entre compromisos y acciones reales. Según el SDG Report 2024, solo 17% de los ODS van en la senda hacia su cumplimiento, mientras que 35% están estancados o han retrocedido por debajo de los niveles de la línea base en 2015. Las empresas, como actor clave en el logro de estas metas, no estarán ajenas a tal presión.

En este contexto, se identifican seis tendencias clave que marcarán la sostenibilidad empresarial en 2025. Aquellas organizaciones capaces de entender que la sostenibilidad ya no es un asunto de responsabilidad social aislada, sino un imperativo estratégico, serán las mejor preparadas para abordar estos temas clave y liderar el llamado a cerrar la brecha.

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(I) Regulaciones y estándares ESG más rigurosos. Las empresas ya no podrán evadir la sostenibilidad. Normativas y estándares internacionales y locales, por ejemplo, la Directiva de Reporte de Sostenibilidad Corporativa en la Unión Europea, y la Taxonomía Verde en Colombia, exigen que las organizaciones que reporten de manera transparente su impacto ambiental y social. En 2025, las empresas que no se adapten a los estándares y regulaciones vigentes corren el riesgo de perder acceso a inversión y financiamiento.

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(II) De la sostenibilidad a la regeneración. El futuro no es solo mitigar el daño, sino restaurar el entorno. Más empresas están adoptando modelos de negocio circulares y regenerativos, moviéndose de la simple mitigación de impactos a estrategias de regeneración de ecosistemas. Así, los modelos de negocio regenerativos se perfilan como el siguiente paso en el compromiso empresarial con la sostenibilidad. Las empresas que vean la oportunidad e identifiquen el caso de negocios en la innovación regenerativa obtendrán ventajas competitivas.

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(III) Inteligencia Artificial como herramienta de sostenibilidad. La IA está revolucionando todos los ámbitos y la sostenibilidad no es la excepción. La IA se convertirá en una herramienta clave para optimizar la forma en que se gestionan los recursos naturales, la eficiencia energética y los desperdicios, así como para tomar decisiones estratégicas basadas en datos ambientales.

(IV) Movilidad sostenible y electrificación. El transporte es uno de los sectores con mayor impacto ambiental. Sin embargo, la noción de desplazamiento es una actividad cotidiana y necesaria para el ser humano. Ante esta realidad, la movilidad sostenible seguirá evolucionando. Acá, el llamado al sector empresarial es de dos vías: por un lado, a adoptar estrategias de movilidad sostenible en sus operaciones y, por otro lado, a identificar la oportunidad de negocio en la infraestructura necesaria para facilitar la movilidad eléctrica y compartida. Las alianzas público-privadas pueden ser clave para moverse más rápido en este aspecto.

(V) Enfoque en el bienestar laboral y el impacto social. Ante entornos complejos y de incertidumbre, el bienestar de los colaboradores seguirá siendo una prioridad para las empresas. Los enfoques en salud mental, diversidad e inclusión estarán en el centro de la estrategia empresarial.

(VI) Una tendencia a la que es necesario ponerle más atención: La transformación personal como motor del cambio. Sin transformación personal y cambios en el comportamiento humano, ningún modelo de sostenibilidad será efectivo ni posible.

Acá, dos enfoques clave para explorar. Por un lado, los Inner Development Goals, un marco complementario a los ODS que enfatiza el desarrollo de habilidades clave desde el individuo para enfrentar los complejos desafíos sociales.