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Estas prácticas son algunas de las alternativas que han encontrado las compañías para contribuir a la preservación de ecosistemas
El cuidado del medio ambiente dejó de ser cuestión de los ecologistas y se convirtió en una preocupación colectiva. Lo mismo se ha visto a nivel organizacional e incluso ya es el pilar de varias compañías locales e internacionales.
Uno de los resultados de este cambio de pensamiento ha sido la búsqueda de iniciativas que contribuyan a la preservación o restauración de los ecosistemas y la biodiversidad, siendo la siembra de árboles una de las prácticas más comunes.
A la fecha, existen fundaciones como Red de Árboles que trabaja directamente con las empresas para acompañarlas en su proceso de siembra de árboles en zonas específicas como la Serranía de Cota, Soacha, La Mesa, Villavicencio, El Cesar, entre otras. Todo con el respaldo de las autoridades ambientales.
Gracias a ello es fácil ver casos de siembras mensuales, trimestrales o anuales de las compañías quienes se trazan metas de acuerdo al número de ingresos o al número de hectáreas de bosque que quieran restablecer.
El Festival Cordillera es un buen ejemplo, pues por cada transacción hecha para la compra de boletas del evento prometió sembrar un árbol en el Páramo de la Cuchilla que hace parte de la Cordillera de los Andes, en su caso, acompañado por la Fundación Al Verde Vivo.
Otra de las iniciativas, pero en el ecosistema marítimo, ha sido el restablecimiento de corales, que al igual que sucede con los árboles, ya cuenta con fundaciones específicas que asesoran y acompañan a las empresas en el proceso, una de ellas es Corales de Paz, en la que se pueden vincular "personas físicas o jurídicas de carácter público o privado".
BaoBab, un emprendimiento de vestidos de baño, se ha propuesto restaurar, de acuerdo a su volumen de pedidos una cantidad de metros de arrecife cada año. A la fecha, y con su expansión a nivel internacional ha logrado la restauración de más de 3.000 metros.
"Basada en tres principios fundamentales - eliminar polución y residuos, circular materiales y productos, regenerar la naturaleza - la economía circular es estrategia clave para garantizar que las empresas y los gobiernos logren sus objetivos de desarrollo y crecimiento económico mientras reducen las amenazas a los ecosistemas naturales, incluyendo a los arrecifes de corales y ecosistemas marinos, permitiéndoles prosperar", comenta Luisa Santiago, líder para la Fundación Ellen MacArthur en América Latina.
Santiago también añade, que además de iniciativas como las mencionadas, las compañías también deben optar por modelos de economía circular desde el interior de sus procesos, para que además de generar un valor económico se pueda ayudar a recuperar la biodiversidad.
"Se puede utilizar una estrategia de tres pasos: evaluar los impactos y la dependencia de la biodiversidad para establecer objetivos basados en la ciencia, identificar las oportunidades de la economía circular que ayuden a alcanzar esos objetivos; y promover la colaboración a lo largo de las cadenas de valor para desarrollar soluciones innovadoras que puedan generar cambios sistémicos", concluye.
Asimismo, se entregó una tonelada de materias que fueron entregados, incluyendo estanterías y bibliotecas móviles, equipos de cómputo y tecnológicos
