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Colombia cuenta con una capacidad instalada de 452 MW en proyectos de autogeneración y mini granjas.
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La autogeneración permite que personas y empresas produzcan su propia electricidad para cubrir sus necesidades energéticas
Colombia se encamina hacia un futuro energético más sostenible con la implementación de fuentes no convencionales de energía renovable, Fncer, como la generación distribuida y la autogeneración. Estos avances no solo están transformando la matriz energética del país, sino que también ofrecen una ventaja para los consumidores: la disminución del costo de la factura de energía.
Según un informe de SER Colombia, los usuarios que implementan sistemas de autogeneración renovable están viendo ahorros importantes en sus facturas de energía. En el ámbito residencial, estos ahorros varían entre 20% y 90%, mientras que, en el sector comercial e industrial, los ahorros pueden oscilar entre 30% y 40%.
De acuerdo con Alexandra Hernández Saravia, presidente ejecutiva de la Asociación de Energías Renovables Colombia, SER Colombia, estos ahorros se ven representados, además, en los excedentes de energía que generan. "Durante el día, producen su propia energía a través de paneles solares. En la medida que consumen menos, pueden vender sus excedentes de energía a la red. Al final del mes pueden tener unos ingresos adicionales", indicó.
La estrategia de Colombia para diversificar su matriz energética se basa en dos pilares: la generación distribuida y la autogeneración. La generación distribuida, a través de pequeñas plantas conocidas como “mini granjas”, produce energía cerca de los puntos de consumo con el objetivo de suministrar directamente a los usuarios finales, evitando las pérdidas de energía habituales en el transporte.
La autogeneración permite que tanto personas como empresas produzcan su propia electricidad para cubrir sus necesidades energéticas. Esta modalidad ha tenido un crecimiento, impulsado por el desarrollo de tecnologías solares fotovoltaicas, que han demostrado ser una opción eficiente y sostenible para reducir los costos energéticos.
Actualmente, Colombia cuenta con una capacidad instalada de 452 MW en proyectos de autogeneración y mini granjas. Esta capacidad se distribuye en 17 proyectos de mini granjas, 20 proyectos de autogeneración a gran escala y 8.766 proyectos de autogeneración a pequeña escala. Además, se espera que entre 2024 y 2025 se sumen 305 MW adicionales.
"La capacidad de la pequeña escala aporta 26% de capacidad adicional con relación a la instalada en este momento en energías renovables no convencionales a través de proyectos de mediana y gran escala. SER Colombia, junto con sus afiliadas, ven un potencial de crecimiento rápido en estos proyectos. Nuestras asociadas han sido determinantes para esta este crecimiento porque han desarrollado diferentes modalidades, no solo de instalación y montaje, sino alternativas de esquemas de negocio contractuales, de financiación, que facilitan el acceso bajo diferentes modalidades de negocio para que los usuarios hagan este tipo de instalaciones", resaltó Hernández.
De acuerdo con la directora, el uso de sistemas de autogeneración permite tener una menor huella de carbono. "Con la capacidad actual de energía renovable se han evitado 1,5 millones de toneladas de emisiones de CO2, versus si se hubieran utilizado otros energéticos más contaminantes, y esa reducción de emisión de CO2 evitada equivale a la siembra de más de tres millones de árboles", dijo.
A pesar de los avances logrados, SER Colombia identificó varios retos que limitan la expansión de la generación distribuida y la autogeneración. Entre los principales desafíos se encuentran la competencia por los puntos de conexión en la red y las demoras en los trámites para conectar nuevos proyectos al sistema eléctrico nacional.
"Los principales desafíos que tenemos es, sin duda alguna, alinear las prácticas con los operadores de red, facilitar ese acceso a la información técnica, asegurar una comunicación activa con los operadores para tener un proceso ágil de conexión, y reducir la especulación de esos puntos de conexión. Vemos necesario que se tenga una mayor flexibilidad en los tiempos de vigencia", agregó.
Para abordar estos problemas, tal como lo explicó la presidente, la asociación propone medidas como la mejora de la coordinación con los operadores de red y la extensión de los plazos de conexión, alineándolos con las necesidades de los proyectos de mayor escala.
