La Fundación Techo, de origen chileno, lleva 10 años en Colombia brindando una vivienda digna a quienes no la tienen y creando tejido social. Por esto, LR habló con Santiago Cano, gerente general de Techo Colombia, para conocer sobre su gestión en el país durante la década.
¿Cuál es el balance de construcción de viviendas?
Hemos construido alrededor de 5.000 viviendas de emergencia, las cuales se les dan a familias que están viviendo en pisos de tierra o paredes de plástico, con el fin de que habiten en casas con condiciones más dignas.
¿Cómo se eligen a los que reciben las casas?
Elegimos las familias por una ponderación en la que se miden variables como hacinamiento, cantidad de personas que viven en los cambuches y el número de menores de edad, entre otras. A partir de esto, se da una puntuación para determinar el caso más urgente. Además, se busca que la construcción de las casas se haga en conjunto con los beneficiados.
¿Qué zonas atienden?
Hoy tenemos oficinas en Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Cartagena. Buscamos ayudar en las zonas más necesitadas de los departamentos en los que se ubican nuestros puntos. Ya tenemos presencia en más de 100 asentamientos.
¿Qué ayudas reciben financieramente?
Nuestra organización tiene un músculo muy importante del sector empresarial privado. Con programas de responsabilidad social corporativa, buscamos además de donaciones, vincular como voluntarios a los empleados de las compañías.
¿Cuántos voluntarios se han incorporado en estos 10 años?
En Colombia hemos movilizado cerca de 50.000 voluntarios. Principalmente son jóvenes universitarios, pero también hay bastantes vinculados desde las empresas y un porcentaje pequeño de estudiantes de colegio. Además, se ha trabajado con más de 700 líderes comunitarios para implementar el voluntariado dentro de las zonas.
¿Qué sigue para Techo?
Queremos fortalecer nuestra área de investigación social para identificar asentamientos informales. Además, buscamos llegar a más ciudades en el pacífico, centro y sur del país de la mano de públicos y privados.
La fundación ayuda a 18 naciones en la región
Techo vio sus inicios en Chile hace 20 años y desde allí fue expandiéndose paulatinamente. Sus primeros países colonizados fueron El Salvador y Perú. Continuaron su travesía por América Latina y el Caribe hasta abarcar los 19 países a los que llega hoy en la región, dando una mano para mitigar el efecto de desastres como el reciente terremoto en México o la emergencia ambiental en Puerto Rico. Adicionalmente, la fundación ha dispuesto de dos oficinas en Estados Unidos y una en Inglaterra para incrementar las posibilidades de recaudo.
