Trementina en la Montaña, el proyecto que lleva música y arte a escuelas rurales

En Colombia alrededor de 60% de los jóvenes campesinos no tiene acceso a educación básica, y tan solo 1% de las matrículas universitarias provienen del campo, razón por la que son necesarios los proyectos públicos y privados que favorezcan e impacten a esta población.

Como una iniciativa que propende por una formación integral con un componente artístico, Melissa Jael Sanabria, ideó el proyecto Trementina en la Montaña, una iniciativa que busca llevar educación complementaria a partir de arte, música y diseño a las escuelas rurales y cuya metodología fue la ganadora en la categoría de Talleres de Artes Integradas, del programa Misión Impacto de RCN Televisión en 2016.

¿Qué es Trementina en la Montaña?
Trementina en la Montaña es una fundación que nace a partir de la necesidad de llevar arte a las escuelas veredales más escondidas del país. Yo llevo seis años trabajando en educación, viajando por Colombia y llevando música. Hace unos años diseñé un instrumento con un amigo, que se llama Ludófono, y ese fue uno de mis primeros pasos en la innovación en la educación. Tuve la fortuna de viajar con este proyecto a varios países, agarrar mucha experiencia de otras metodologías de enseñanza y mi enfoque definitivamente son estas zonas en las que no llega ningún material de arte.

¿Cómo financian estos talleres?
Si no hay presupuesto para capacitar a los profesores y entregar educación de calidad, mucho menos hay para enseñarles arte o llevarles materiales. Con Trementina en la Montaña lo que hacemos es buscar patrocinios privados y públicos para llevar estos elementos y trasladarnos una semana a la escuela veredal para hacer un campamento de arte.

¿A cuántos niños y escuelas han llegado con el proyecto?
Yo comencé a hacer la labor de Trementina en la Montaña hace cerca de cuatro años. Hemos llegado a alrededor de 350 niños y niñas a nivel nacional. Antes era un esquema de talleres, pero de dos años hacia acá lo consolidamos bajo un esquema que llamamos campamentos de arte.

Antes llevábamos los talleres y éramos más itinerantes, llegamos a 18 escuelas, impactando a los niños en clases de arquitectura, pintura, diseño industrial, diseño gráfico, escultura y expresiones artísticas contemporáneas.
Hasta el momento hemos trabajado en seis departamentos del país.

¿Cuáles son algunas de las entidades que los apoyan?
Uno de los apoyos más importantes que tenemos ahorita en Bogotá es una empresa que se llama HoudSound, ellos son diseñadores industriales, y con ellos tenemos un proyecto trimestral en el que son nuestros sponsors para movilizarnos a varios grupos de niños.

Otro aliado estratégico que tenemos es una empresa de ingeniería y arquitectura, Ingeniarq, quienes nos ayudan con los recursos para contribuir al desarrollo de los campamentos y hay personas que hacen contribuciones con recursos monetarios, pero preferimos que sean recursos de arte.

¿En qué consiste la ruta de las artes por Colombia?
El año pasado hicimos una investigación, viajamos por diferentes departamentos analizando un poco qué realmente necesitan los niños, y de qué manera podemos llevar las artes para que las utilicen en sus espacios y en sus pueblos, pues cada departamento es distinto. Estamos trabajando ahora en Boyacá, la idea es recorrer, por lo menos, 25 escuelas veredales de diferentes pueblos en el departamento.

Con el Ludófono nació la metodología
La metodología aplicada en los campamentos de arte de Trementina en la Montaña nació con el Ludófono, un instrumento de cuerdas, viento y percusión, que parte de una metodología de trabajo basada en el uso del color para ayudar en el entendimiento instrumental. Este proyecto fue el ganador en del Premio Latinoamericano Innovadores de América en 2014 del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF). Sanabria ayudó a diseñar metodológicamente los talleres en ese proyecto que ha llegado a 16 países.