"Un bono de carbono equivale a una tonelada de CO2 que se evita que se emita"

Recientemente, Carbon Market Watch publicó una investigación que señaló que Redd+ Matavén y Kaliawiri Redd+ no estarían usando los valores de referencia oficiales fijados por el Gobierno para medir las emisiones que han evitado. Sobre el tema, Francisco Quiroga, director del proyecto Redd+ Matavén, dijo que este cuenta con la certificación de Verra, organismo internacional avalado por la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático en la certificación de proyectos y que un bono de carbono equivale a una tonelada de CO2 que un proyecto como Matavén evita que se emita a la atmósfera.

Quiroga también habló sobre las metas que tienen para este año, entre las que están que Matavén se convierta en referente de desarrollo ambiental y social sostenible para otros resguardos indígenas.

¿Cómo funciona el mercado de bonos de carbono en Colombia?

En Colombia, el mercado de bonos de carbono tiene dos líneas: el mercado voluntario y el mercado de obligatoriedad.

Por una parte, el mercado voluntario, como su nombre lo indica, se refiere a empresas y/o individuos que compran los bonos voluntariamente, pues desean unirse a los esfuerzos de proyectos como Matavén, para generar impactos ambientales y sociales positivos que contribuyan a mitigar los efectos del cambio climático.

Un ejemplo de esto son las empresas con estrategias de responsabilidad ambiental y social, que contribuyen al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Por otra parte, está el mercado de obligatoriedad.

En 2016, el Gobierno expidió la Ley 1819 generando un Impuesto al Carbono. Así, las empresas deben pagar una tarifa relacionada con el contenido de carbono que se libera en forma de Gases Efecto Invernadero (GEI) a la atmósfera, producto de la combustión en sus operaciones.

Luego, en el Decreto 926 de 2017, se establece un procedimiento que permite la no causación del Impuesto Nacional al Carbono. Este tiene como propósito estimular la formulación e implementación de iniciativas de mitigación, que generen reducciones de emisiones o remociones de GEI.

De esta forma, los proyectos que generan los bonos de carbono elegibles para la no causación del impuesto deben cumplir con una serie de requisitos específicos. Para esto, por ejemplo, la empresa compra la cantidad (total o parcial) de bonos de carbono elegibles para cumplir con su obligatoriedad e incentivar el cumplimiento de las metas de mitigación de GEI a nivel nacional.

Un bono de carbono equivale a una tonelada de CO2 que un proyecto como Matavén evita que se emita a la atmósfera.

¿Hay empresas que están defraudando ese mercado? ¿Qué tan fácil es hacer eso?

No tenemos el conocimiento de que esto exista. Lo que sí podemos decir es que el proyecto Redd+ Matavén, ubicado en el departamento del Vichada, cuenta con la certificación de Verra, organismo internacional avalado por la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático en la certificación de proyectos, que maneja estándares muy exigentes los cuales Matavén cumplió rigurosamente.

La investigación de Carbon Market Watch dice que Redd+ Matavén no estaría usando los valores de referencia oficiales fijados por el Gobierno para medir las emisiones que han evitado, ¿qué pueden responder a eso?

Redd+ Matavén inició su proceso en 2012 y la certificación del proyecto a nivel internacional, de acuerdo con los estándares avalados por las Naciones Unidas, se realizó siguiendo los estrictos lineamientos de VCS (Verified Carbon Standard), hoy Verra. Fue precisamente con ese estándar internacional que establecimos la línea base. Por su parte, el Ministerio de Ambiente expidió la Resolución 1447 en 2018, cuya implementación se encuentra en curso.

Puntualmente, ¿qué cifras están utilizando para esa medición?

Se utilizan las cifras certificadas por el estándar internacional de Verra con el cual fue avalado el proyecto, que corresponden al análisis de una línea base de deforestación teniendo en cuenta todas las amenazas con las que cuenta el Resguardo Indígena Unificado de la Selva de Matavén.

¿Cuántos bonos han generado?

Aproximadamente, en siete años, se han generado 22 millones de VCUs.

¿Cuánto representa en ingresos?

Los ingresos provenientes de las compensaciones por servicios ambientales prestados son distribuidos en la siguiente proporción: 90% para el resguardo indígena y sus comunidades y 10% para la administración.

Estos ingresos han venido beneficiando a las 315 comunidades del resguardo y a los cerca de 17.000 habitantes en múltiples líneas de inversión establecidas en el proyecto como son: control y vigilancia, sistemas de comunicación y información, fortalecimiento de la gobernanza, Sistemas de Unidades de Producción Familiar (Supaf), implementación de programas de capacitación y formación, desarrollo de proyectos productivos, temas de salud, acueductos, agua potable, adulto mayor, mejoramiento de vivienda y energías alternativas.

Desde 2018, se ha establecido un presupuesto de, aproximadamente, $20.000 millones por año.

¿Cuáles son las proyecciones de la organización en el mediano plazo?

Redd+ Matavén busca continuar la protección de la selva Matavén para seguir beneficiando a la población indígena, que en el resguardo asciende a casi 17.000 personas incluyendo jóvenes, niños y adultos mayores. También, se busca aportar a la sostenibilidad ambiental del país a través de la conservación de los bosques naturales que allí existen, pues el resguardo está ubicado estratégicamente en la zona de transición de la Orinoquía a la Amazonía, sirviendo como barrera natural para la ampliación de la frontera ganadera, el ingreso de la minería (oro, coltán, petróleo), explotación maderera, generación de cultivos ilícitos, etc.

Asimismo, el objetivo es que Matavén se convierta en referente de desarrollo ambiental y social sostenible para otros resguardos indígenas que, de hecho, ya han solicitado la implementación de un proyecto similar.