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Al salir de nuevo a la calle puede haber más resequedad en la piel, sensibilidad a los rayos UV y pérdida de elasticidad de la piel
La crisis generada por el covid-19 hizo que las rutinas diarias cambiaran de diferentes formas, trayendo con ello consecuencias físicas y psicológicas que se verán reflejadas en la nueva normalidad.
“Para algunas personas, el hecho de terminar la cuarentena obligatoria y pasar a un distanciamiento voluntario podría mejorar el ambiente mental; esto, debido a que tendrán la posibilidad de interactuar físicamente con más personas, a diferencia de como sucedía durante el confinamiento. Si bien la nueva realidad limita que interactuemos muy de cerca unos con otros, sí se podrá generar un mejor ambiente mental, pues todos empezamos a retomar la vida de una manera mucho más normal”, señaló Carlos Ulloa, integrante del Consejo Consultor de Nutrición de Herbalife Nutrition.
Sin embargo, Ulloa destacó que hay un grupo de personas que podría tener un deterioro en su salud mental como consecuencia del fin de la cuarentena. “Esto, debido a que ven como una amenaza que todo el mundo esté saliendo. Estas personas han entrado en una angustia muchísimo mayor porque tienen más miedo de que se puedan contagiar, lo que ocurre en las personas de la tercera edad, principalmente. Por el contrario, los jóvenes experimentan mayor tranquilidad, la oportunidad de salir les permite estar más tranquilos”.
Juliana Montenegro Castillo, psicóloga clínica y gerente de Servisalud QCL Equilibrium, destacó que luego de casi seis meses de confinamiento, el cuerpo puede presentar cambios que están directamente relacionados con el desacondicionamiento físico, dentro del cual se ven afectados diferentes dominios como el cardiovascular, el tegumentario (de la piel) y el neuromusculoesquelético.
“En cuanto a los efectos cardiovasculares-pulmonares que pueden presentar las personas en la nueva normalidad está una mayor fatiga cardíaca en traslados cortos, la disminución en la agilidad de desplazamiento y el dolor de pecho durante las inspiraciones y exhalaciones. De otro lado, pueden presentar una resequedad continua en la piel, mayor sensibilidad a los rayos UV y mayor irritación por exposición al aire y el smog; mientras que en lo que se refiere a lo neuromusculoesquelético, puede haber sensación de cansancio, dolor muscular generalizado, sensación de sueño y ardor en los ojos”, dijo Montenegro.
Ana Paola García Zuluaga, gerente de los Centros Ópticos Colsanitas y Keralty, señaló que “esta nueva realidad nos ha traído muchos cambios aumentando nuestra exposición a la luz azul que, aunque también es emitida por el sol; se encuentra en computadores, celulares, luces LED y televisores, entre otros, los cuales están siendo parte permanente del desarrollo de nuestras actividades diarias”.
Puede haber ansiedad social y fobias
Pueden presentarse sentimientos de desconfianza ante las demás personas, lo cual puede contribuir a la aparición o exacerbación de síntomas como la ansiedad social y las fobias.
Disminución en la agilidad de desplazamiento
El cuerpo puede presentar una mayor fatiga cardíaca en traslados cortos, disminución en la agilidad de desplazamiento, dolor de pecho en las inspiraciones y exhalaciones y sensación de ahogo.
Dolor muscular generalizado
Puede haber sensación de cansancio, dolor muscular generalizado, sensación de sueño y ardor de ojos, presencia de calambres y espasmos y aumento en las retracciones musculares.
Ansiedad, depresión y soledad
Según estudios de la Universidad Autónoma de Barcelona, desde que el covid llegó, 35% de los colombianos ha tenido síntomas de depresión, 29% de ansiedad y 21% de soledad.
Insomnio y alteraciones alimenticias
Dentro de los síntomas y trastornos más comunes también puede haber insomnio, impulsividad, alteraciones alimenticias, estados depresivos, cuadros de ansiedad y ataques de pánico.
Afectaciones en los ojos por luces LED
La nueva realidad ha aumentado la exposición a la luz azul que, aunque también es emitida por el sol, se encuentra en computadores, celulares y luces LED, lo que puede afectar la visión.
“El confinamiento por casi seis meses ha hecho que el tono muscular se disminuya, los músculos están un poco más atrofiados, se debe reactivar poco a poco”.
“En general, las medidas de distanciamiento social y el uso de elementos de protección pueden generar sentimientos de desconfianza ante las demás personas”.
