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Este tipo de estrés se suele manifestar con molestias físicas en el trabajador tales como dolor de cabeza, nauseas, fatiga y debilidad
El estrés térmico, derivado por las altas temperaturas ambientales, la humedad o la falta de movimiento del aire, se ha convertido en una realidad que los empresarios deben atender en sus oficinas.
No obstante, también es fundamental que los trabajadores tomen conciencia sobre la importancia de contar con una buena aclimatación de los espacios para garantizar la salud, la seguridad y el confort laboral.
Una encuesta realizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 101 países y publicada en WHO Health and Climate Change Survey Report señaló al estrés térmico como uno de los riesgos climáticos más comunes para la salud pública.
Se estima que una temperatura constante por encima de 38°C puede llegar a ser causante de molestias físicas en el trabajador, ya sea por sudoración excesiva, dolor de cabeza, fatiga, náuseas o hasta un golpe de calor; y consecuentemente, la razón del incremento de ausentismo por enfermedad en las organizaciones.
Según Daikin, una compañía líder en climatización, para evitar estos eventos y adquirir un adecuado sistema de temperatura, el empresario debe tener en cuenta estos factores:
En primer lugar, la ubicación donde se instalará la oficina, puesto que este aspecto definirá la temperatura, la velocidad y la humedad del aire. En segunda medida, deberá contemplar la radiación solar y la construcción de las edificaciones, evitando saltos térmicos de afuera hacia adentro. También necesitará tener control sobre las cargas térmicas de los equipos de trabajo, ya sean aparatos electrónicos o demás accesorios. Asimismo, deberá garantizar que el espacio de la oficina sea proporcional al número de personas y, por último, tendrá que evitar que la oficina requiera el uso de una alta concentración de iluminación.