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Casi la mitad de las personas en el mundo afrontan problemas para conciliar el sueño, según la Organización de la Salud (OMS)
Dormir pocas horas al día tiene una serie de consecuencias sobre la salud de las personas, lo que puede terminar en trastornos neurológicos y cardiovasculares si no se trata a tiempo. Según la Organización de la Salud (OMS), 40% de la población a nivel global sufre de falta de sueño, pero solo 5% de las personas consulta al médico por esta condición.
Recientemente, un estudio de la Universidad de Berkeley, en California, descubrió que la falta de sueño disminuye la generosidad de las personas, ya que de acuerdo con el tiempo dormido cambia la disposición de un individuo para ayudar a otro.
Para hacer el análisis, el equipo de investigadores realizó diversas pruebas para medir el nivel de amabilidad de las personas cuando se encontraban cansadas.
En la primera prueba, los investigadores privaron de sueño a 21 personas por un día completo. Luego de esto, les hicieron un cuestionario de altruismo, algunas preguntas consistían en qué tan dispuestos se sentían para ayudar a otros individuos en diferentes situaciones, como cargarle las bolsas a un extraño.
Y luego de que los participantes descansaran el tiempo adecuado, los investigadores les repitieron las preguntas. Mientras tanto, el equipo de científicos estudió los niveles de actividad cerebral de los voluntarios.
Otra de las pruebas se hizo con 171 personas reclutadas por internet, quienes hicieron un diario de sueño antes de responder las mismas preguntas.
En los dos experimentos, los investigadores evidenciaron que los voluntarios cansados tuvieron un puntaje menor en el cuestionario de altruismo, independientemente de su nivel de empatía y de si la persona a quien le colaborarían era alguien conocido.
En la última prueba, los investigadores estudiaron más de tres millones de donaciones benéficas en Estados Unidos entre 2001 y 2016, para calcular que tanto cambiaban según la transición de horario en los veranos ya que se disminuye el tiempo para dormir en esa época del año.
Esto demostró que luego de una semana del cambio de horario las donaciones se redujeron 10% frente a los días previos y posteriores a la transición.