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Terapeutas de todo el mundo se enfrentan a un nuevo tipo de cliente que llega a su consulta: pacientes con ansiedad a causa de la IA. De hecho, según Google Trends en los últimos cinco años las búsquedas “ansiedad por IA” y “estrés por la IA” han aumentado en 100%.
Si bien no existe una definición universal, la ansiedad por la IA se puede definir como la aprehensión y el estrés que las personas pueden sentir ante la creciente presencia e influencia de la IA en diversos aspectos de la vida. Desde preguntarse si la IA hará obsoletos ciertos trabajos hasta preocupaciones sobre la privacidad, el impacto de esta herramienta es de gran alcance y a menudo incierto, lo que genera una sensación de inquietud en muchas personas.
Según Michael Page, 59% de los colombianos están preocupados por la implementación de la IA, pues creen que esta puede afectar su estabilidad laboral. Al no saber exactamente cómo la inteligencia artificial podría afectar nuestras vidas, es natural sentir incertidumbre y miedo a lo desconocido. Pero esta también es una gran oportunidad.
A veces, la ansiedad por la IA surge del miedo a perder el puesto de trabajo o ser reemplazado. Innovaciones de este tipo también generan cambios en el mercado laboral y de las habilidades demandadas, lo que da como resultado que algunas funciones se automaticen o que las habilidades sean menos deseables.
Muchas personas sienten el deber de subirse al tren de la IA por miedo a perderse de algo. A medida que vemos el potencial de la IA para aumentar la eficiencia, la productividad y la automatización, muchos de nosotros podemos preocuparnos de quedarnos atrás al no usar esta herramienta en nuestras tareas. Esta presión puede convertirse rápidamente en una fuente de angustia.
Un número cada vez mayor de personas comprende los beneficios y riesgos de la IA, pero está preocupada por la capacidad de la sociedad para utilizarla de manera irresponsable y poco ética. Las historias de IA que promueven prácticas sesgadas o violaciones a la privacidad resaltan los riesgos personales existentes e incrementan miedos relacionados.
La mejor estrategia es combatir ese miedo con conocimiento. Comprender los principios y aplicaciones de la IA puede desmitificar la tecnología y aliviar la ansiedad. En este escenario, es aconsejable encontrar un curso de introducción a la IA; afortunadamente, hay docenas de excelentes opciones disponibles de forma gratuita. El conocimiento es poder y puede ayudar a controlar los miedos que están agobiando a los trabajadores.
Para las personas que temen ser despedidas, mi consejo es tomarse el tiempo para reflexionar sobre su función actual en su organización y su trayectoria profesional. Es vital considerar áreas en las que se puedan mejorar las habilidades, acudir a asesoramiento de expertos en la empresa o discutir con el líder cómo la IA puede optimizar tareas diarias.
Las sugerencias anteriores ayudan a contrarrestar la ansiedad por la IA. Es importante recordar que no todo el mundo necesita ser un experto en inteligencia artificial o tecnología. La clave es acudir a expertos que saben cómo la IA puede generar oportunidades y progreso en distintos contextos. Esto restará el desconocimiento sobre esta solución y ayudará a identificar tendencias de mercado en entornos de trabajo, principalmente.