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En Colombia la prevalencia de población con exceso de peso se ubica en por lo menos 56,4%, con esta cifra, se convierte en un problema de salud pública no concentrado en ciudades sino nacional
La obesidad es una de las epidemias más importantes del mundo moderno a la cual nos hemos enfrentado en todos los sistemas de salud a nivel global con impactos significativos relacionados a costos por enfermedad y varios años de vida saludable perdidos en aquellas personas que sufren esta condición y sus complicaciones derivadas de esta.
La pandemia del covid-19 que comenzó en 2019 pero solo reconocida en esta categoría hasta 2020, trajo consigo un serie de problemas emocionales como ansiedad, depresión y trastornos del sueño por múltiples razones orgánicas produciendo como resultado la asociación a estos trastornos a lo que algunos expertos conocen como la alimentación emocional. Esto, también conocida como alimentación por estrés, aumentando significativamente los índices de obesidad y sobre peso en nuestra población.
Actualmente en Colombia la prevalencia de población con exceso de peso se ubica en por lo menos 56,4% convirtiéndola en un problema de salud pública en el país.
Existen varios factores de riesgo orgánicos y sociales que tienen que ver con los patrones alimentarios de las personas entre ellos el alto consumo de ultra procesados, azucares y harinas refinadas y por otro lado el bajo consumo de frutas, verduras y fibra y comportamiento relacionados al sedentarismo.
Este es un tema que debe ser prioritario en todas las políticas de salud pública pero también es de vital importancia que se le brinde apoyo y acompañamiento desde los departamentos de seguridad y salud en el trabajo de las empresas.
Pero la atención no es solo por el impacto derivado de las complicaciones y comorbilidades asociadas a la obesidad, sino también porque la evidencia en importantes metaanálisis y estudios longitudinales nos posiciona esta condición como un factor de riesgo que aumenta la prevalencia de lesiones en el trabajo hasta cerca de 25%, convirtiéndola en una enfermedad que debe estar en el radar de los departamentos que se dedican a la salud laboral por el impacto en ausentismo que puede derivarse de esta.
No obstante, dejando las implicaciones laborales a un lado, la obesidad es una condición en constante crecimiento que requiere acompañamiento integral de profesionales en medicina, nutrición y psicología.
Para abordar el espectro de obesidad desde la integralidad y reconociéndola como una entidad multifactorial es necesario este cuerpo médico, que no solo se relaciona a patrones de alimentación y ejercicio si no en gran cantidad de casos a patrones orgánicos que deben ser manejados por un profesional de la salud.
El tejido adiposo es un tejido con diversas funciones endocrinas y altamente inflamatorio con relación directa con enfermedades cardiometabolicas como el infarto del corazón y la diabetes tipo 2, enfermedades en muchos casos prevenibles si se realiza intervención y seguimiento desde la multidisciplinariedad de los profesionales de la salud que intervienen en esta.
Es importante tomar consciencia del riesgo latente de medicamentos en el mercado sin registro sanitario que generan riesgos y complicaciones en nuestra salud y solicitar atención oportuna con un profesional de la salud para mitigar el riesgo de complicaciones derivadas de la obesidad.
A medida que nos acercamos a los 40 años, nuestro cuerpo empieza a experimentar cambios que, aunque naturales, pueden impactar en nuestra salud