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Si la pandemia de evoluciona a una endemia, las áreas de Recursos Humanos enfrentarán un nuevo desafío: medidas de prevención permanentes para evitar contagios masivos entre sus colaboradores
A medida que los contagios de covid-19 disminuyen y las actividades económicas se reactivan al 100%, el escenario del fin de la pandemia se visualiza más cerca. Pero, ¿qué pasaría si la pandemia termina y el virus sigue presente? Ésta sería la puerta de entrada a una endemia, lo que traería nuevos desafíos para las áreas de Recursos Humanos en temas de prevención.
Para poner en contexto, si la covid-19 se convierte en una enfermedad endémica significa que estará presente como un resfriado, el dengue o el sarampión. Ante la duda de lo que pasará con el coronavirus, Mauricio Reynoso, director general de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (Amedirh), consideró que lo ideal es que las organizaciones cuenten desde ya con un esquema de medidas preventivas pensado en esa realidad.
“La función de Recursos Humanos, en conjunto con los equipos de salud ocupacional o el servicio médico de la organización, es mantener un monitoreo, aunque este sea básico, del acontecer global en materia de la pandemia. Lo peor que podría ocurrirnos es bajar la guardia, levantar las medidas semi restrictivas y comenzar a tener contagios. En especial, en las empresas que tienen colaboradores con movilidad internacional”, señaló el especialista.
De acuerdo con Mercer, hasta ahora las tres medidas más utilizadas por parte de las organizaciones ante el regreso a los centros de trabajo han sido el uso de gel antibacterial (98 %), toma de temperatura (96 %) y el establecimiento de límite de personas en oficina (61 %).
Ante la baja de contagios, algunas entidades como Nuevo León o la Ciudad de México han retirado el uso obligatorio de cubrebocas en espacios abiertos, incluso recientemente el secretario de Salud de Sinaloa, Héctor Melesio Cuen, expresó que nos encontramos “en una transición del estado pandémico al estado endémico”.
“Sin embargo, aunque en efecto se esté presentando un viraje de pandemia a endemia, el SARS-CoV-2 y sus variantes, causantes de covid-19 no desaparecen. Aquí lo más recomendable es recurrir al apoyo de consultores en materia de salud y epidemiología que nos apoyen a crear estrategias en la empresa para mantener en rango óptimo la actividad productiva sin poner en riesgo ni la integridad de personas, ni la continuidad del negocio”, opinó Mauricio Reynoso.
Desde la perspectiva de Claudia Rodríguez, líder de Productos de Información del área de Carrera de Mercer, las medidas sanitarias para evitar contagios en las empresas se están transformando en una cultura prevención que incluye una estrategia de cuidados del personal y explicarle a los trabajadores el por qué es importante seguir protegiéndose el virus.
Para Mauricio Reynoso la transición a una endemia no implica el fin del enfoque preventivo que deben tener las áreas de Recursos Humanos; por el contrario, además de fortalecer las medidas sanitarias, se deben considerar nuevas estrategias para proteger a las personas trabajadoras como un rediseño de los espacios de trabajo, los horarios, el acceso a salas de reunión y servicios sanitarios.
Recomendaciones frente a los nuevos desafíos
Para fortalecer las estrategias de salud en el trabajo y, por lo tanto, la continuidad del negocio frente a una endemia, la Amedirh recomienda a las organizaciones implementar medidas como:
1. Comité de salud:
Mantener vigente el comité responsable de la salud de la organización, incluyendo a los líderes de más alta responsabilidad en la empresa, asegurándose de que se efectúe el monitoreo permanente de tendencias nacionales e internacionales (en especial en las compañías con movilidad internacional de personas).
Cuando sea necesario, este comité debe flexibilizar la política de salud preventiva para adaptarla a las necesidades del contexto y responde de manera inmediata, oportunidad y efectiva a la evolución de la pandemia.
2. Comunicación interna:
Las personas tienen derecho a la información, todavía más tratándose de temas de salud inherentes a su bienestar. Aquí, la organización debe ser especialmente cuidadosa en diseñar las estrategias, campañas y comunicados que generen la percepción de seguridad y confianza, al mismo tiempo que se refuerza la perspectiva de enfoque en los resultados previstos en planes y pronósticos de productividad y rentabilidad.
3. Contención de crisis
Nada nos asegura estar exentos a que haya nuevas variantes de Covid-19, otras olas de contagio y, desde luego, la aparición de otro agente biológico similar. Por tanto, la empresa debe estar habilitada para activar el manejo y contención de crisis de salud, operación y comunicación. Nada como anticiparse y estar preparados, con el debido instrumental laboral y de recursos materiales y financieros para afrontar una contingencia.
4. Plan de continuidad de Recursos Humanos:
Aun cuando la organización quizá ya cuenta con esta herramienta, sin duda, se requiere una versión específica de Recursos Humanos en la que se tomen las previsiones indispensables para mantener la operación. Sobre todo, habrá de considerarse cómo se mantendrá la atención a la demanda de talento, incluso en situaciones de crisis de alto impacto o de nivel elevado.
“Cada empresa exige medidas y acciones diferenciadas. Aquí lo relevante es poner manos a la obra, ya que la salud y el bienestar de las personas es y seguirá siendo lo fundamental en la gestión organizacional”, subrayó Mauricio Reynoso.