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En Bogotá, el 60% de la contaminación es generada por el tráfico de la ciudad.
El próximo miércoles 25 de abril se conmemora el Día Mundial Contra el Ruido, en donde el ruido del tráfico es el segundo factor en el medio ambiente más perjudicial para la salud, sólo detrás de la contaminación atmosférica.
“No somos conscientes de lo mucho que nos afecta la contaminación auditiva. No lo sentimos de forma evidente, pero el ruido nos está haciendo un daño progresivo afectando además de la audición, el corazón, los nervios, la concentración e incluso los ciclos adecuados de sueño”, comentó Paola Pedraos, audióloga de GAES Centro Clínico Auditivo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) el ruido del tráfico es el segundo factor en el medio ambiente más perjudicial para la salud, sólo detrás de la contaminación atmosférica. En Bogotá, 60% de la contaminación es generada por esta razón, sin embargo, según la Subsecretaría de Ambiente, pese a ser la fuente de contaminación más común, no se presenta una sola queja por este motivo.
Si bien el tráfico es uno de los mayores productores de ruido, la problemática involucra muchos más escenarios: industrias, comercio, entornos laborales y actividades recreativas. Aunque la contaminación auditiva en el ambiente, no se acumula ni se mantiene en el tiempo, si lo hace en la tranquilidad y salud de la población.
En el informe Bogotá Cómo Vamos de 2018, la insatisfacción por la contaminación auditiva alcanzó un 71 %, ubicando a Chapinero como la localidad más ruidosa por lugares como: la 85, la 93, la Zona T, y los alrededores de las universidades; y seguida por Fontibón, Suba, Teusaquillo y Antonio Nariño, por su fuerte actividad comercial.
Aunque no existen estudios determinantes, una investigación del Imperial College de Londres sugiere que la exposición a sonidos no deseados producidos por el hombre, genera desde insomnio hasta enfermedades cardiovasculares, pasando por fatiga, estrés, depresión y ansiedad.
“Es innegable que cada vez vivimos es entornos más ruidosos, es parte de nuestro estilo de vida. Las industrias y los carros no van a desaparecer, pero al final somos nosotros mismos quienes operamos estos servicios, por tanto, la solución depende del manejo que le demos al ruido”, aseguró Pedraos.
“Si nos educamos sobre el ruido y somos conscientes del mismo podremos minimizar las consecuencias. Es importante usar protección auditiva que atenúa los niveles perjudiciales de ruido para evitar que el oído resulte dañado”, agregó la audiologa.
Ante esto, el ruido genera cinco efectos en la salud como la obesidad, pérdida de la audición, sicológicos y sociales, cardiovasculares, insomnio.
