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Aunque parece común, el estrés no controlado puede generar consecuencias mentales y físicas en las personas.
Aunque para muchos el estrés es un momento de tensión a causa de sobreexigirse en la oficina o pasar algún mal momento personal, la Sociedad Médica de Colombia (SMC) reportó que en 2017, casi 4 millones de personas tuvieron que afrontar tratamientos por esta razón, (entre leves y hospitalarios). De ese número de pacientes, 32% presentó complicaciones fuertes en su salud, que exigieron algún tratamiento por medio de medicamentos.
Junto a las gripas, mareos frecuentes, fiebres leves, dolores de garganta u ojos, malestar general o fatiga, el estrés es una de las enfermedades a las que menos se les presta atención y también pasan desapercibidas por las personas. Por eso, no las consultan con sus médicos y tampoco entienden cuando ya es un caso que requiere atención.
El seguimiento que ha hecho la SMC al comportamiento de las personas frente al estrés también señala que por cada 10 casos que se presentan, independientemente del nivel de intensidad, casi siete se deben al trabajo, mientras que los restantes se dividen entre situaciones sentimentales por temas de pareja o por el afán que genera cumplir alguna meta personal.
Precisamente, el desconocimiento de las personas sobre las consecuencias del estrés es lo que genera que no se tomen medidas para frenar las causales de este problema. De igual manera, muchos no saben que esto puede generar alteraciones cardiovasculares como hipertensión o arritmias; también en cuanto a temas dermatológicos, se enfrentan a caída del cabello, dermatitis, urticaria y acné; solo por mencionar algunas de las casi 50 alteraciones del estrés en el organismo.
“En unos casos, el mismo estrés puede ser positivo, a este se le llama eustrés, se convierte en un impulso para el cuerpo, porque genera una respuesta fisiológica y sicológica que ayuda a que se cumpla un objetivo. Es algo así como que un trabajador quiere cumplir con cierta tarea, y el estrés envía señales al cerebro y hasta a los músculos para que se convierta esto en un episodio de adrenalina”, explicó la neuróloga de Comsalud, Fernanda Moreno.
Independientemente de si el estrés que tiene la persona es un impulso para cumplir con una actividad, o es un causal de enfermedades graves, las sociedades médicas recomiendan por lo menos tratarlo con algún tipo de terapia. Hoy en día lo más común está con sesiones relajantes en cualquier tipo de spa, hoteles que tienen sus propias zonas de descanso o rituales artesanales. Aquí le mostramos algunas.
Hipnoterapia
Ejercicio que ofrecen terapeutas en sesiones de hasta un mes, que buscan liberar al cerebro de trastornos. Busca reducir el impacto de episodios negativos.
Masaje rítmico
Es una especialidad de centros de masajes. La sesión requiere de mínimo una hora para relajar al máximo y tiene varios grados de intensidad.
“Los mismos masajes, por ser la principal herramienta contra el estrés, han sido adaptados con un menú de terapias de este tipo con personal calificado”.
Risoterapia
Es una técnica psicoterapéutica que produce beneficios mentales y emocionales a través de la risa extrema. Su disponibilidad se reduce a pocos sitios.
Musicoterapia
Pocos spas aún cuentan con la técnica que por 45 minutos tiene una mezcla de sonidos suaves y graves sin superar el límite de decibeles.
Rutina de respiración
Se recomienda para antes de dormir o previo al desayuno. Respire profundo de cinco a 10 minutos todos los días durante una semana.
Aromaterapia
Técnica que utiliza los aceites de hierbas para liberar la tensión que genera el estrés en los músculos, principalmente en la espalda y cintura.
