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Consultamos a los líderes de los principales gremios y centros de pensamiento sobre el panorama económico que ven el próximo año
Mientras fundamentales económicos, como inflación y desempleo, están altos; la variación del PIB y la productividad se frenan o caen en terreno negativo
A pocos días de que finalice 2023, son muchos los desafíos que se avizoran para Colombia en 2024 y el principal de ellos es el crecimiento económico. El reto es grande pues el escenario económico con el que cerramos este año no es el idóneo: inflación alta (10,15% hasta noviembre), desempleo igual de alto (9,2% hasta octubre), una variación del PIB en negativo para el tercer trimestre de 2023 (-0,3%) y una tasa de interés que, si bien frena la inflación, no deja despegar el consumo al mantenerse por decisión del Banco de la República en 13,25%.
Todo esto, sin mencionar que la productividad, clave para definir el incremento del salario mínimo del próximo año, fue de -1%; y que el lunes se presentó el dato mensual del ISE, Indicador de Seguimiento a la Economía, el cual arrojó por tercera vez consecutiva una cifra en negativo, pues octubre quedó con una variación de la economía de -0,4%, antecedido por un 0,3% en septiembre y -0,3% en agosto. (Ver tabla de serie original en la imagen)
Estas cifras se suman a un panorama político también retador: el presidente Gustavo Petro, quien aumenta en desfavorabilidad (66% según Invamer), pretende sacar adelante reformas que buscan modificar áreas clave para la productividad: laboral, salud y pensional. A inicios de año, Eafit publicó un informe en el que aseguró que, si se aceptan todas las reformas, para 2030 se tendrá 1,4 puntos porcentuales menos de crecimiento del PIB. Lo que proyectaban en abril de este año, cuando publicaron el informe, es que la variación del PIB para 2030 es de 3,4%, pero bajaría a 2% con las tres reformas aprobadas.
Las advertencias del impacto que tendrán las reformas han surgido desde varias aristas. Una de ellas fue manifestada por Anif, especialmente al hablar de la reforma pensional. “Dentro de las mayores preocupaciones que vemos (con la reforma pensional) es asumir que la economía crecerá a 5% en los próximos 100 años. Colombia nunca ha experimentado un crecimiento de esa magnitud de forma consecutiva por lo cual es un error considerar ese crecimiento en las estimaciones. De hecho, el crecimiento de largo plazo de Colombia equivale a 3,7%”, indicó Mauricio Santamaría, expresidente de Anif.
En sintonía con esta apreciación de Santamaría, buena parte de las proyecciones de crecimiento para Colombia en 2023, si acaso, superan 1%. A inicios de diciembre Fitch Ratings, que reafirmó la calificación crediticia de Colombia en BB+ con perspectiva estable, informó que la variación del PIB será solo de 1,1%. Además, en el informe advierten que la incertidumbre política frene el crecimiento económico y que aumenten considerablemente las presiones fiscales.
Lo mismo planteó la Ocde, que redujo su proyección de crecimiento para Colombia este año de 1,5% a 1,2%. “El crecimiento del PIB se ha ralentizado sustancialmente desde finales de 2022 y la confianza de los consumidores y las empresas sigue siendo relativamente débil. La inversión ha caído bruscamente por debajo de 18% del PIB, frente a 22% de media durante 2014-2019. Los elevados tipos de interés y la incertidumbre política son los principales factores que lastran la inversión”, explicaron en el informe.
El último dato que conocieron los colombianos del producto interno bruto (PIB) no fue alentador. El dato de la variación del tercer trimestre de 2023 fue negativo (-0,3%), algo que no se veía desde la pandemia, puntualmente en el tercer trimestre de 2020 cuando la cifra registrada fue -9,2% y desde la crisis financiera de 1998-1999 (-0,8% y -2,9%, respectivamente).
Esto, sin contar que el ISE, Indicador de Seguimiento de la Economía, de octubre registró una variación negativa del PIB en -0,4%, lo que significa que el cuarto trimestre de 2023 inicia con un dato negativo.
Según el Dane, las actividades económicas que más contribuyeron a esta dinámica en el tercer trimestre fueron: industrias manufactureras, cuya actividad decreció 6,2%; el comercio al por mayor y al por menor, que decreció 3,5%; y la construcción, que decreció 8%.
Aunque el Banco de la República actualizó su proyección de crecimiento de 2023 de 0,9% a 1,2%, su gerente, Leonardo Villar, entregó el dato con algunas observaciones. Por ejemplo, reconoció quizás la estimación del PIB en el año completo puede no alcanzar la cifra de 1,2% proyectada en el Informe de Política Monetaria de octubre. “Posiblemente, se acerque más a 0,9% que el mismo equipo proyectaba para el conjunto del año tres meses atrás”, indicó.
LR
El rango meta de la inflación para el Banco de la República es por debajo de 3%, un dato que está lejos de cumplirse, al menos en los próximos dos años. Para el Emisor, entre las razones que impiden que baje el Índice de Precios al Consumidor, IPC, están los alimentos, los servicios públicos, los mecanismos de indexación y la tasa de cambio.
El dato más reciente, el de noviembre de 2023, reveló que la inflación en Colombia es de 10,15%, por lo que se espera que en diciembre quede en 9,5% en promedio el nivel de costo de vida. Para entidades como Bbva Research, esta cifra sería de 9,7%.
“Para 2024 esperamos que la inflación anual cierre en 5,4%. La cifra estaría explicada por una inflación que continuará moderándose desde el cierre de 2023 (cercano al 9,7%), pero que mantendrá presiones desde distintos frentes. En términos de la inflación de alimentos, habrá efectos por el fenómeno de El Niño. Por otro lado, la inflación básica tendrá importantes efectos de indexación, tras una inflación que cierra a niveles altos en 2023 y un incremento del salario mínimo que será de dos dígitos”, explicaron
Si bien el último dato conocido de la tasa de desempleo es el de octubre de este año con una cifra de 9,2%, los analistas creen que al cierre de año esta cifra puede llegar a doble dígito y, de no ser así, es un hecho que en 2024 superará 10%.
“El desempleo sorprendió positivamente a lo largo de 2023. Sin embargo, esta es una variable rezagada del ciclo económico, por lo que se espera un incremento a lo largo de 2024 reflejando la fuerte desaceleración de la actividad económica observada en los últimos trimestres, particularmente por el lado de la inversión”, explicó Daniel Velandia, economista jefe de Credicorp Capital.
Para algunas entidades como Casa de Bolsa, el dato puede ser mayor. “El desempleo promedio aumentará a 11% por la desaceleración que presentará el crecimiento de la economía”, dijo Juan David Ballén, director Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa.
Alianza sube la proyección aún más a 11,5%, pues dicen que la desaceleración y el ciclo alcista del Emisor ejercerán presión en el mercado laboral. Esto, sin contar en cuánto quedará el aumento del mínimo.
Para hacer pronósticos del comportamiento del dólar y del precio del barril de petróleo lo que se necesita es una bola de cristal, pues es poco frecuente que se le atine por más análisis de mercado que se haga.
Los estimados oscilan entre un mínimo de $3.800 a $4.500, pero nada está definido pues intervienen temas como el comportamiento de la economía mundial, que según la Ocde tendrá una tasa de crecimiento de apenas 2,7% para 2024; de los conflictos internacionales (Rusia-Ucrania, Israel-Palestina); y de los precios del barril de petróleo, cuyas proyecciones están entre US$80 y US$97, una cifra que puede variar si Donald Trump llega a la presidencia de EE.UU. tal como lo refleja el liderazgo en las encuestas hasta ahora.
“Para 2024, el desempeño de la economía seguirá condicionado por los altos niveles de la tasa de interés, lo que implica que la tasa de cambio podría estabilizarse y no tener incrementos muy marcados. Proyectamos que estará en un precio promedio de $4.200”, dijo Germán Cristancho Herrera, gerente de Investigaciones Económicas y Estrategia de Davivienda Corredores.
Durante el segundo semestre del año, la discusión cuando se habla de la tasa de interés es el dilema de si darle prioridad a bajar la inflación o impulsar el crecimiento económico.
Leonardo Villar, gerente del Banco de la República, aseguró en la Asamblea general de Anif realizada a mediados de noviembre de este año, que eso es un “falso dilema”. “La alternativa que tenemos no es entre bajar la inflación o crecer más. Por el contrario, bajar la inflación es indispensable para que tengamos nuevamente tasas de interés en niveles bajos que estimulen la inversión y para aumentar el crecimiento a mediano y largo plazo, aún si esto significa sacrificar algo de crecimiento a corto plazo”, aseguró en su intervención en el evento.
En la última decisión del Emisor, a finales de octubre, la junta mantuvo inalterada la tasa de interés de política monetaria en 13,25%. Entre las razones, explicó que considera que “aún no es oportuno iniciar un proceso de reducción de las tasas y resulta conveniente esperar condiciones que den mayor confianza sobre la sostenibilidad de ese proceso, en un contexto de convergencia de la inflación hacia la meta”.
Desde Crowe Colombia no sólo vemos la inflación del país como la tercera más alta de América del Sur, sino también como una de las piedras de la discordia en la política económica interna
Jonathan Malagón, presidente de Asobancaria, aseguró que el sector financiero crecerá a una tasa cercana a 3,8% en 2024
Camila Ciurlo Aragón, jefe de investigaciones de Anif, dijo que el desempleo y la inflación en 2024 llegarán a 11,1% y 6,2%